No podía ser de otra forma. Esta tarde se dio a conocer que ahora sí Michael Vick se retira oficialmente de la NFL. Irónicamente la noticia se anunció a una horas de que los Falcons jueguen el Super Bowl, instancia a la cual el nacido en Virginia nunca pudo llevar a Atlanta. La primera selección del draft de 2001 era todo un espectáculo con las piernas y con los brazos, pero aún así los Falcons nunca superaron las Finales de Conferencia con Vick en los controles.
Vick jugó dos años para Virginia Tech a nivel colegial, posteriormente dio el salto al profesionalismo y en el 2001 se convirtió en el primer quarterback afroamericano en ser elegido como la primera selección global del draft. En su ‘Pro Day’ el mariscal corrió las 40 yardas en 4.33 segundos para darnos una prueba de lo que nos esperaba. En su tiempo con Atlanta, Vick fue elegido a seis Pro Bowls y llevó a los Falcons a postemporada en dos ocasiones, en ambas los ‘Halcones’ cayeron ante los Philadelphia Eagles de Donovan McNabb.
Possibly the most dynamic player in NFL History…
The Top 5 Plays of @MikeVick ‘s Career! https://t.co/ok4h4aighk
— NFL (@NFL) 4 de febrero de 2017
De igual forma ver al ex pasador de Vriginia Tech en los emparrillados era un espectáculo aparte de los partidos. El pasador era sin duda uno de los jugadores más queridos por todos los que gustan del futbol americano y entonces en medio de lo que parecía una lluvia de miel y dulzura hacia el mariscal vino la debacle del quarterback. El estruendo del escándalo de Vick fue tan fuerte como su brazo. En abril del 2007 el nombre de Michael Vick apareció en una investigación sobre peleas de perros, en agosto de ese mismo año el quarterback fue hallado culpable de múltiples delitos y sentenciado a prisión.
Resulta que el ya por fin retirado mariscal, era todo un gangster de la mafia canina. Vick había utilizado el patio trasero de su casa como un ring para que se llevaran a cabo múltiples peleas de perros (obviamente ilegales). Además estos actos se combinaban con apuestas (ilegales también) sobre los combates de los animales que en su mayoría eran perros de raza pitbull. Aparte se le acusaba de haber manejado directamente en sus manos los miles de dólares de las apuestas. En principio Vick se negó a cooperar con las autoridades pero pronto el ocultar su participación en el escándalo fue insostenible. Eventualmente el entonces mariscal de los Falcons fue sentenciado a 21 meses de prisión y luego dos más de confinamiento domiciliario.
Durante el juicio Vick y su abogado declararon que el rol del mariscal en las peleas únicamente había sido el de fundarlas. Sin embargo el juez no lo creyó así y la sentencia de Vick se vio marcada por sus declaraciones “menos que sinceras” de acuerdo al magistrado. El aún entonces quarterback de los Falcons perdió un aproximado de 142 millones de dólares (vaya que si le dolió) y eventualmente tuvo que declararse en bancarrota . Tras cumplir su sentencia Vick volvió a la NFL pero ya no a los Falcons que tanto lo habían idolatrado. El pedestal en el que Atlanta tenía a Vick se derrumbó tan rápido como corrían las piernas del pasador.
.@MikeVick is officially retiring from the NFL: https://t.co/5cFsdy7W5q pic.twitter.com/PkMHK7c4Hx
— NFL (@NFL) 3 de febrero de 2017
Ahora el mariscal jugaría para los Philadelphia Eagles que acaban de sufrir la salida de Donovan McNabb. Vick firmó con el rival que lo había echado dos veces de la postemporada y su regreso parecía épico. En 2010 ganó el premio al ‘regreso del año’ y llevó a ‘Philly’ a los playoffs pero perdieron con Green Bay en la ronda de comodines. Luego de ese par de temporadas su carrera se vino para abajo un ‘quaterback corredor’ que ya superaba los treinta años ya no parecía servir. Vick pasó tres años más en Philadelphia sin pena ni gloria y después anduvo dando tumbos con los Jets y los Steelers.
Antes del inicio de esta temporada Vick dejó de formar parte de los Steelers, que creyeron que Landry Jones y Zach Mettenberger eran mejores sustitutos de Ben Roethlibserger, es más ni la reciente noticia del posible retiro de ‘Big Ben’ hizo que en Pittsburgh voltearan a ver de nuevo a Vick. Era obvio que el mariscal quería seguir jugando. Algunos reportes sugirieron que el ex pasador de Atlanta esperaba ser contactado por los Oakland Raiders luego de las lesiones de Derek Carr y Matt McGloin pero no fue así. Hoy a menos de dos días de que los Atlanta Falcons disputen el Super Bowl LI, Michael Vick con 36 años de edad oficializó su retiro de los emparrillados. Ironías de la vida.