Si aún existían dudas de que un hombre puede hacer cualquier cosa por ver a su selección, Santiago Reale demuestra una vez más que es así, pues el argentino, proveniente de la Patagonia, hizo un viaje 4.000 km para ver a Argentina en el Mundial de Rusia, pues antes de que la albiceleste se clasificara, se prometió que de lograr el pase, se iba a ir y lo ha cumplido.

Su viaje comenzó en Argentina, donde tomó un vuelo hacia Barcelona, España, donde armó una bicicleta, la cual lo ha acompañado durante este viaje y con un color azul, en honor a su selección, comenzó una travesía que sin duda es una de las más impresionantes y una de las más notables muestras de amor por su selección.

Foto: MedioTiempo

A la bicicleta le puso nombre: La Capitana, la cual está equipada con un bolso de carga donde guarda una hornilla, utensilios de cocina y algunas cosas de uso personal, además del pequeño equipaje que él lleva, como lo es una bolsa para dormir, documentos que pueda necesitar, tienda de acampar y un pequeño bolso de herramientas, que para su suerte, no ocupó, pues durante el viaje no se le descompuso la bicicleta se le ponchó la llanta.

Tras aterrizar en Barcelona, recorrió todo Francia. De ahí pasó por ciudades como Munich, Salzburgo y Linz. Luego siguió República Checa, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Finlandia y finalmente San Petersburgo, donde tomó un tren para llegar a Moscú. La gente que lo ve, se toma fotos con el argentino, pues además de un acto de convivencia es un recuerdo que podrán contar a sus familiares y el gesto que más ha impresionado a Santiago, es que todos le ofrecen comida y alojamiento, pues es algo que no imaginaba.

Foto: MedioTiempo

“Lo más lindo del viaje fue la gente que viene, te pregunta, te ofrecen hospedaje, te dan comida; eso no me para de sorprender porque eso fue todo el tiempo; acá también me trataron muy bien los rusos”, agregó.

Santiago logró algo que muchos hemos deseado, pero que casi nadie se atreve y aunque aún está a la espera de conseguir boletos para los partidos, pues no los compró antes de salir, tratará de obtener un abrazo de algún seleccionado, pues con eso estaría satisfecho.

“No veo la hora, la Selección llega el domingo, así que me voy a ir al predio y con un abrazo de cualquiera va a ser más que gratificante”, concluyó.

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