Cubrir unos Juegos Olímpicos como fotógrafo es uno de los sueños que uno tiene cuando se inicia en la profesión o cuando eres niño (si te gustan las dos cosas). Después de los juegos invernales de Sochi en Rusia 2014, esta es mi segunda experiencia en este tipo escenarios.
El trabajo es inolvidable. Compartir los momentos deportivos más importantes del planeta y estar ahí es único, aunque implica mucho trabajo.
Todos los días hay que preparar la jornada: saber en dónde quiero estar y qué tipo de fotos quiero tomar, alistar el equipo (pilas cargadas, tarjetas de memoria listas, óptica y cámaras limpias, un disco duro, computadora portátil y un monopié), localizar el transporte y saber en qué posición puedo estar (en muchos casos no se puede elegir), cubrir la competencia, hacer los envíos y continuar la jornada (en un día puedo cubrir hasta cinco competencias en cinco escenarios diferentes).
Esto implica comer y dormir mal, pero hay que pensar que no todos tienen la oportunidad de estar aquí, que los Juegos Olímpicos son cada 4 años y que posiblemente sea la última vez que venga… así sobrepaso los malestares.
Lo más importante para tomar una foto es imaginársela antes. Intentar verla antes de que comience la competencia, después hay que pensar en cómo hacer para lograrla, en qué lugar hay que ubicarse, qué tipo de equipo y la técnica que se utilizará.
Hay que recordar que en ,la foto deportiva todo sucede (casi siempre) en un mismo espacio y hay que saber aprovechar el instante.
Por ahora me encuentro en estos Juegos Olímpicos acreditado por Claro Sports y, aunque son una cadena de televisión, soy su fotógrafo personal. Pueden seguir mi trabajo en mi cuenta de Instagram: Santiago_Arau.
Muchas gracias por observar mis fotografías, saludos desde Río.
Santiago Arau