Todos recordamos a Samuel Eto’o, futbolista internacional que logró grandes hazañas al militar en las filas del Barcelona, Inter de Milán o Chelsea, equipos donde pudo consagrarse como una de las leyendas del futbol africano y particularmente como un icono de Camerún.
Actualmente, continúa su carrera profesional desde el mes de junio en el Antalyaspor, de la primera división de Turquía. Sin embargo, el camino del conjunto no va nada bien pues están en penúltimo lugar de la tabla general.
Recientemente, tras denunciar una serie de hechos discriminatorios contra su persona en su cuenta de Instagram, el equipo donde juega ha decidido suspenderlo indefinidamente, sin razón aparente.
“Recordatorio: Quizá algunas personas no me respeten por ser negro. Pero no me voy a rebajar al nivel de los que se burlan de mí. Llevo en este juego 18 años y ahí están todos los trofeos, premios, logros que he ganado con tanto entusiasmo”
Este hecho se suma a una serie de actos racistas que han salido a la luz en estos meses, como el de Colin Caepernick, mariscal de campo de los San Francisco 49ers y su negación a cantar el himno nacional de Estados Unidos por violentar los derechos de personas afroamericanas.
Seguimos en pleno Siglo XXI y aún vemos a personas diferentes a nosotros de una mala manera. Lamentable.
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