Por Miguel Ángel Delucio | @miguel_delucio
Una de las historias que marcó la temporada de la NBA fue la novela de amor/odio entre Russell Westbrook y Kevin Durant. Ambos jugaban para el Oklahoma City Thunder pero en la agencia libre KD decidió unirse al enemigo, con los Golden State Warriors.
Ahí, se rompió una amistad de años. Una relación de años de esfuerzo, de triunfos y descalabros. Westbrook no quiso saber nada de su examigo y justo en ese momento decidió demostrarle a todo el mundo del basquetbol de lo que era capaz.
Tomó al Thunder bajo su comando. Oklahoma y la liga se rindieron a sus pies con estadísticas que teníamos más de 50 años sin ver. Eso lo llevó a este momento, a recibir el premio al MVP de la NBA.
Porque las siglas MVP son para el jugador más valioso. Ese que puede ganar partidos solo, que lleva a su equipo en hombros y muestra liderato en los momentos más complicados.
La muestra fue en el partido ante los Denver Nuggets, el juego del récord. Russell Westbrook no solo superó a Oscar Robertson con la mayor cantidad de triples-dobles en una temporada, sino también ganó ese encuentro. Con apenas unos cuantos segundos en el reloj, su equipo buscó a toda costa darle el balón. Steven Adams lo logró, pero muy lejos del arco. Aún así, Mr Triple Double sacó un triple kilométrico, que entró y les dio el triunfo.
Por si fuera poco, llevó a un equipo bastante mediano a los playoffs. No avanzó, pero se podría decir que prácticamente lo hizo solo.
Todas estas estadísticas, todos estos récords fueron para dejar algo muy claro: que no necesitaba de Durant para triunfar.
Claro, Kevin logró su propósito también. Se coronó como campeón de la NBA junto a Stephen Curry y compañía. Sobresalió en un equipo lleno de estrellas y se ganó el anillo que tanto deseaba. Empero, hay una cuestión que aún queda ahí. Dicen que el fin no justifica los medios y finalmente, fue campeón a costa del abandonar a su amigo.
Durant jamás imaginó que esto serviría de inspiración a Russell Westbrook, pero así fue. El californiano tomó todo su coraje, su tristeza y lo convirtió en partidos históricos.
Ahora, a Westbrook le falta ese anillo. Ya dio un paso más adelante con este trofeo de MVP, pero querrá echar en cara a su excompañero que puede conseguir TODO sin él.
