La historia de las artes marciales mixtas se cuentan antes y después de Ronda Rousey. Una multicampeona que en palabras de ella misma, llegó a pensar en el suicidio.
Competir y ganar ha estado desde siempre en la mente de Ronda Rousey. A los 11 años inició su carrera en el deporte, practicando judo, como su madre. Esa preparación y constancia, la llevaron a clasificar asus primeros Juegos Olímpicos en Atenas 2004, cuando apenas tenía 17 años. Ya era la judoca más joven en la historia de la competencia.
No pasó de la primera ronda pero bien dicen que para saber ganar, hay que saber perder. Cuatro años más tarde llegó la oportunidad de su revancha en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Ahí, se convirtió en la primera mujer estadounidense en ganar una medalla en judo, al colgarse el bronce.
En 2010, luego de un tiempo en el que Ronda Rousey parecía “haber perdido el camino”, encaminó su carrera a las artes marciales mixtas, donde iba a llegar aún más lejos. Su forma de pelear y su espíritu, la hicieron acreedora de una numerosa afición que nunca dejó de seguirla.
Su primera pelea profesional fue contra Ediane Gomes y fue donde se dio a conocer su famosa “sumisión de brazo”. Aquel combate lo terminó ganando y a partir de ahí, los éxitos no pararon. En 2012 venció a Miesha Tate para proclamarse campeona de Strikerforce. Ese hecho la llevó a ser una mujer histórica al ser la primera en firmar un contrato con la UFC.
Su paso en la UFC:
El nivel y la entrega de Ronda Rousey la llevaron a ser la cara principal de la promotora. Su manera de pelear y de intimidar a sus rivales, la llevaron a ser modelo a seguir en muchas cosas.
Ya era portada de muchas revistas. Hacía sus primeras apariciones en películas y tuvo un gran paso por algunas sesiones de modelaje. ¿Quién podría parar a Ronda Rousey?
La patada que lo cambió todo:
Fue el 15 de noviembre del 2015 cuando Ronda Rousey sufriría la primera derrota dentro de las artes marciales. Fue frente a Holly Holm, quien le propinó una tremenda patada que terminó con su imbatibilidad y la dejaría marcada por mucho tiempo.
El mundo se le vino encima y fue así como llegó a pensar en quitarse la vida. “Pensé en suicidarme. En ese segundo exacto fue como, no soy nada, ¿qué hago ya? Nadie dará una mierda por mí“, declaró en una entrevista con Ellen DeGeneres.
Trece meses después de aquel incidente, Ronda Rousey volvió una pelea de artes marciales mixtas. En este caso su rival fue Amanda Nunes pero el resultado fue peor. La estadounidense se llevó la peor paliza de su carrera, en tan sólo 48 segundos.
Su efímero paso en la WWE:
En 2018 se anunció su llegada a la WWE. Para Ronda Rousey era un nuevo comienzo, algo más libre en la lucha libre. Sin embargo su paso fue realmente efímero, pues su relación con los fans, según en palabras de ella misma, la llevaron a abandonar la empresa.