Así como el máximo goleador de cada temporada en la liga española recibe el famoso Pichichi, el portero con menos goles recibidos recibe el Zamora, galardón que hace homenaje al primer gran portero de toda Europa, Ricardo Zamora, un guardameta precoz adelantado a sus tiempos.
El arquero fue apodado “El Divino”, gracias a sus dotes bajo los tres postes. Era tanto su talento que debutó a los 15 años con el Espanyol de Barcelona, con el que jugó tres años.
Su vestimenta
Al ser el más joven de su equipo y estar en una posición de mucho riesgo por los fuertes contactos físicos, Zamora salía a la cancha con un suéter de cuello de tortuga o tipo inglés que lo cubría del sol, guantes y rodilleras que le protegían manos y rodillas, además de una boina dura para mantener su cabeza a salvo de los choques y de paso evitar que el sol lo molestara.
Diversos documentos indican que el momento más esperado por los aficionados era sus singulares despejes, pues en lugar de lanzar el balón con la mano o con el pie, Zamora lanzaba el balón a media altura y lo golpeaba fuerte con el codo.
“Él era el pánico de los delanteros. Si lo miraban estaban perdidos”, indicaba Eduardo Galeano en su libro El futbol a sol y sombra. “Con Zamora en el arco, el arco se encogía y los palos se alejaban asta perderse de vista”.
Retiro precoz
Se retiró a los 18 porque había prometido a sus papás estudiar medicina. Sin embargo, Barcelona lo convenció de volver a las canchas después de verlo jugar en las calles y fue a la Selección de España para los Juegos Olímpicos de 1920, en Amberes, Bélgica, donde La Furia conquistó la medalla de plata, la cual fue el máximo logro del futbol ibérico hasta el título de la Eurocopa de 1964.
El polémico juego contra Italia
Tras los Olímpicos fue reconocido como el mejor portero del mundo y 10 años más tarde fue fichado por el Real Madrid y disputó el Mundial de Italia 1934, en el que España fue eliminado por el anfitrión con polémica y violencia, pues Zamora terminó el juego con dos costillas fracturadas, pero de cualquier modo fue reconocido como el mejor portero del Mundial.
Primera muerte
El catalán Ricardo Zamora fue de aquellas personas que pudo contar que murió, pues en 1936 fue preso durante la Guerra Civil de España. Un buen día, los periódicos españoles informaron que Zamora había sido fusilado y se guardó un minuto de silencio en el mundo del futbol.
Zamora sí estaba en la lista de quienes tendrían que ser fusilados, pero el poeta Pedro Luis de Gálvez lo reconoció en la prisión y pidió su liberación. “¡Que nadie le toque un pelo!”.
Tras ser liberado se refugió en Francia, donde jugó sus últimas dos temporadas con el Niza.
Zamora falleció el 6 de septiembre de 1978, después de permanecer 16 días hospitalizado por una trombosis cerebral e insuficiencia hepática. Finalmente, una infección pulmonar terminó con sus días a la edad de 77 años.
Bonus: Curiosidades de Zamora
-Además de ser una pesadilla para los delanteros, también sembraba temor a los cigarrillos, pues se asegura que fumaba tres cajetillas diarias y uno que otro habano.
-Como buen portero, contaba con una cábala, y ésta era un muñeco de trapo, el cual colocaba en su portería en todos los partidos.
–A partir de 1959, la Federación Española de Futbol bautizó el galardón al mejor portero de la temporada como “Zamora”.