Tottenham seguirá jugando en Wembley lo que resta del año, debido a que las obras de construcción del nuevo estadio de los Spurs se han retrasado, de modo que su inauguración tendrá que esperar hasta el 2019.
De acuerdo con el sitio especializado Construction News, fueron contratados cerca de cuatro mil trabajadores para llevar a cabo la construcción de la nueva casa de los Spurs, pero los trabajos que en teoría debían hacerse en una semana, se han extendido hasta el mes completo debido al “caos” que mantienen los mismos trabajadores.
Daily Mail replica el informe de Construction News, que asegura que en la construcción existe “una atmósfera de mala comunicación y hasta peleas entre los más de cuatro mil trabajadores que ha requerido el proyecto”.
Estas peleas se habrían originado porque algunos trabajadores consumen tanto alcohol como drogas durante el periodo laboral.
“Lo que normalmente podía tardar una semana, se alargaba un mes. Hubo problemas con el aire acondicionado y con la instalación eléctrica. Faltaba el material adecuado y se daba continuamente fallos cómicos”, indica Construction News.
Esta situación ha provocado también que el monto de la inversión incremente más de los 850 millones de libras que originalmente se estimaba.