Lo que necesitas saber:
Salomón Rondón es el campeón goleador del torneo con 9 dianas
¿Columbus, What? El campeón de la MLS viajó a Pachuca para medirse a los Tuzos por la Concachampions y se llevó un baile que ni en las Ferias de Hidalgo se ve.
Tras eliminar a Rayados y Tigres, Columbus Crew llegó con el ánimo a tope, pero jamás pensó que Pachuca lo golearía sin darles la oportunidad de meter las manitas.
Salomón Rondón fue el hombre de la noche, pues se mandó un doblete para darle a Tuzos su sexto título en la serie, lo que lo coloca como el segundo más ganador -empatado con Cruz Azul y detrás de América-.
Los goles del Pachuca vs Columbus Crew en la Concachampions
¡Qué bien le cayó el venezolano a los Tuzos! Ya se sabía que Salomón Rondón era un delantero de los que casi ya no hay en el futbol, uno de esos artilleros a la antigua.
Y lo demostró en el primer gol del encuentro. Agarraron mal parada a la defensa y Nelson Deossa le filtró un balón que lo dejó solito frente al portero, y Rondón definió con una especie de vaselina cruzada.
Pero, Pachuca no sabe solo jugar bien colectivamente, porque también es un peligro al contragolpe. Tuvieron un 3 vs 1 y Erick Sánchez cedió a Emilio Rodríguez en la banda derecha, el canterano cruzó el disparo de manera espectacular.
El tercer gol -y definitivo para ganar la Concachampions-, hay que enmarcarlo, principalmente por la definición. Salomón Rondón recibió en el punto penal, tuvo el tiempo de pensar la jugada.
La pensó también, que dio un giro sobre su propio eje y disparó, fue tan sorpresivo el movimiento que dejó parado al portero. Se consumó la goleada.
¿Cuánto gana el campeón del torneo?
Además de tener un boleto para el Mundial de Clubes 2025, sí, aquel que tendrá participación de más de 20 equipos de todas las confederaciones en el mundo.
Pachuca se lleva una nada jugosa suma de dinero por el campeonato y es que el campeón recibe en su cuenta de banco la módica cantidad de 500 mil dólares.
Un premio casi casi simbólico y que no ayuda mucho, porque los Tuzos parece que se desarman dejando ir grandes figuras… o eso dicen las malas lenguas.