Renato Ibarra ha encontrado otra mala después de que el América decidiera separarlo de manera definitiva del equipo, luego de permanecer una semana detenido por las presuntas agresiones en contra de su pareja. Una de las consecuencias de ser separado, es que el ecuatoriano ya no podrá ingresar a las instalaciones de Coapa.
Esto afecta físicamente al futbolista, quien en enero fue operado por un problema muscular en el aductor derecho, de acuerdo con mediotiempo. Hasta el 5 de marzo, día de la detención, el jugador trabajaba en la rehabilitación en las instalaciones del Ame.
Una vez separado del plantel, el jugador tendrá que continuar con su rehabilitación en otro lugar y deberá pagarlo con sus propios medios, si es que desea llevar a cabo una recuperación satisfactoria para contratarse con algún otro equipo en el mercado de verano.
Renato aún tiene contrato con el América, aunque se buscará un acuerdo entre ambas partes para rescindirlo, por lo que quedaría como agente libre. Hasta antes de su detención, al futbolista le restaba un periodo de dos meses para volver a los terrenos de juego.
El futbolista ecuatoriano no puede abandonar México en los próximos seis meses, periodo en el que debe cumplir con ciertas condiciones impuestas durante la segunda audiencia, en la que su pareja se retractó de sus primeras declaraciones, lo que permitió que Ibarra abandonara el Reclusorio Oriente con sólo el cargo de “violencia familiar”.
Gran tumulto en la salida de Renato del Reclusorio Oriente. Los otros imputados también quedaron libres. pic.twitter.com/xMarCRRznD
— Alejandro Alfaro (@AlexAlfaro48) March 13, 2020
En seis meses, el futbolista tendrá que presentarse a la tercera audiencia, en la cual podría quedar sin antecedentes penales.
