En la novela llamada Deflategate tenemos nuevo capítulo. Después de que la NFL suspendió a Tom Brady por cuatro juegos, el mariscal de campo apeló esta decisión y ahora esta fue negada.
Brady solicitó una audiencia al pleno del 2° Circuito de Cortes de Apelación de Estados Unidos para poder jugar al inicio de la campaña que se avecina pero, con esta reciente resolución, el último paso es llevar el caso a la Suprema Corte de los Estados Unidos.
Todo comenzó el 18 de enero de 2015, cuando se reveló el escándalo con los balones desinflados en el partido de playoffs entre New England Patriots e Indianapolis Colts. El comisionado Roger Goodell suspendió a Brady pero este logró quitarse el castigo. Después, una primera apelación ayudó a que el mariscal jugara durante la temporada 2015-16.
La decisión del miércoles afirma el amplio poder dado al comisionado dentro del acuerdo colectivo de trabajo de la NFL y representa un golpe a los grupos laborales organizados que piden debido proceso en sanciones a empleados.
En caso de que el castigo continue, Brady se perderá los juegos ante los Arizona Cardinals, Miami Dolphins, Houston Texans y Buffalo Bills. Por lo tanto, el debut de Tom sería hasta la Semana 5 ante los Cleveland Browns.