Bastaron seis minutos del México vs Ghana en Houston para que reapareciera el grito de “eh, puto” que ya se hizo costumbre cada que juega la Selección Nacional y en los partidos de Liga MX.
Mientras la FIFA ha llevado al extremo las advertencias y medidas para erradicar dicha manifestación considerada homofóbica, a unos días de la Copa Oro, ni la Concacaf y ya no se diga la Liga MX han tomado cartas en el asunto de forma severa.
La Federación Mexicana de Futbol ha llevado a cabo campañas fallidas como “Abrazados por el futbol” y mensajes en el estadio Azteca en los que le piden a la gente que no grite; sin embargo, está demostrado que no son suficientes ni efectivas.
En la Copa Confederaciones, la FIFA le otorgó facultad al árbitro de parar el partido e incluso suspenderlo en caso de que los aficionados mexicanos lanzaran la consigna al guardameta rival, y santo remedio.
De hecho, en el duelo ante Nueva Zelanda dos seguidores del Tricolor fueron sacados del estadio por no atender a las recomendaciones, y además de prohibirles la entrada al resto de los juegos de la justa, tuvieron que pagar una multa equivalente a 5 mil pesos para salir de Rusia.
El conjunto mexicano superó 1-0 a Ghana en el juego de preparación de cara a la Copa Oro, y más allá del ensayo, la nota lamentable volvió a darla un sector del público azteca que sigue sin entender que gritar el “eh, puto” ya rebasó las fronteras de lo gracioso.