Una carrera que comenzara el 5 de noviembre de 1996 en un partido contra los Knicks, terminará hoy 13 de abril de 2016 en un juego en el Staples Center contra el Jazz. Kobe Bean Bryant se despide del deporte que le dio todo, del equipo de sus amores.
Siguiendo los pasos de su padre, Black Mamba incursionó desde temprana edad en el mundo del baloncesto, para paso a paso forjar una de las carreras más fructíferas en el mundo del deporte ráfaga, así que acá les dejamos unas razones por las que deben amarlo.
Siempre demostró esfuerzo y dedicación
Muchas son las anécdotas alrededor de Kobe, pero hay una que lo hace realmente especial. Cuentan sus compañeros que antes y después de cada entrenamiento se quedaba a hacer 400 tiros para afinar su puntería.
Además hay una historia en la que se dice que el escolta siempre llegaba unas horas antes a los entrenamientos para hacer gimnasio y un calentamiento más importante, además de que se levantaba por las madrugadas para hacer ejercicio en su casa.
Rápido rindió frutos
Desde que comenzó su carrera de forma colegial se le veía madera de gran jugador, esto lo demostró en apenas tres años de carrera desde su llegada a la NBA, ya que los títulos y nombramientos especiales fueron rápidos.
En su segundo año como profesional, el de Filadelfia logró ser jugador del All-Star Game de la NBA, para que en la temporada 1999-20, se convirtiera en flamante campeón con los Lakers y así empezara el camino rumbo a sus cinco títulos.
Le gusta el futbol
Los puristas dirán que si te gusta el basquetbol, no puedes tener un sentimiento por el futbol. Esto no aplicó en la vida de Kobe, ya que en su infancia vivió en Italia, lugar donde se hizo fanático del Milan, a quien dice profesarle amor.
Pero en los últimos años parece haber cambiado de opinión, ya que en la pasada pretemporada del Barcelona en Los Ángeles, aseguró que le hubiera gustado estar en las filas del conjunto culé si hubiera sido futbolista.
Siempre le profesó amor a los Lakers
Desde que jugaba en Lower Merion muchos equipos le pusieron el ojo encima, y los primeros fueron los Hornets, quienes en el Draft de 1996 lo eligieron en la décimo tercera posición.
Pero la situación no se quedaría ahí, Bryant no quería estar en Charlotte y 15 días después de la elección, Jerry West lo fichó por los Lakers, equipo al que le entregaría su vida.
Es un hombre “estudiado”
Sus capacidades dentro de la duela lo catapultaron como uno de esos hombres que evitó la universidad para irse directo a la NBA, pero este no fue motivo para que el escolta dejara de lado su aprendizaje.
Con su estadía en suelo italiano, Kobe aprendió a hablar el idioma local con la lectura de libros y la interacción constante con la gente. Además habla español, todo gracias a su esposa quien es descendiente de mexicanos.
Su “relación” con Michael Jackson
No solo Michael Jordan es especial por conocer a Michael Jackson y hasta participar en un video en 1992, también Black Mamba tuvo un encuentro con el fallecido cantante, aunque fuera por unos segundos.
En una entrevista para HBO, el jugador de los Lakers contó una anécdota que lo marcó cuando tenía 18 años, ya que un día recibió una llamada del intérprete en donde le aconsejaba no ser tan introvertido y explotar sus capacidades.
Me empezaban a criticar por ser tan introvertido y tomarme el juego siempre tan en serio y él llamó para darme ánimos y me dijo ‘No cambies por ellos, mantente concentrado’.
Tiene un récord impresionante
Wilt Chamberlain es el hombre con más puntos en un solo juego en la historia de la NBA: 100 es la marca que impuso un 2 de marzo de 1962, situación que estuvo a nada de emular Kobe hace unos años.
El 22 de enero de 2006 el escolta salió a la duela para hacer historia sin siquiera saberlo, en un juego contra los Raptors logró embocar 81 puntos, lo que lo tiene como el segundo máximo anotador, algo que difícilmente volveremos a ver.
***Fotos Getty Images
