Por Miguel Ángel Delucio | @miguel_delucio

Con todo el dolor de mi corazón escribo esto. Como un aficionado de los Green Bay Packers es difícil ver a Aaron Rodgers jugar con este equipo que no le da para más.

No hay duda que el californiano es uno de los mejores mariscales de campo en la liga. Sin lugar a dudas es el más completo pues hace prácticamente todo bien. El problema viene cuando son 52 jugadores más que tienen que ayudar a un QB que simplemente no puede cargar solo con una franquicia.

Rodgers ya tiene en su mano un anillo de campeonato. En 2011 llevó a la tierra prometida y regresó “a casa” el trofeo Vince Lombardi. Desde ese entonces, los playoffs han sido su maldición, pues siempre está ahí, pero se ha quedado en la orilla.

Así, hay más de una razón para pensar que las posibilidades de Aaron Rodgers se están agotando. Un Super Bowl se puede ver tan cerca, pero a la vez tan lejos.

Dom Capers

Foto: Getty Images

El coordinador defensivo ha influenciado mucho en el éxito y fracaso del equipo. Cuando llegó creó un sistema que permitía muchas yardas, pero robaba el balón para darle más oportunidades a la ofensiva.

Tenía grandes piezas mismas que se han ido poco a poco. Charles Woodson regresó a los Raiders, Nick Collins se retiró por una grave lesión en el cuello, BJ Raji también dijo adiós y así se puede alargar la lista. Sus salidas son hasta cierto punto normales, la cuestión es que no se les ha podido sustituir de manera correcta.

La defensa tiene al menos cuatro años siendo paupérrima, sobre todo el perímetro. Lo único más o menos bueno que queda en la secundaria es Ha Ha Clinton-Dix, que es inconsistente y hasta sobrevalorado. Está Clay Matthews, que ha tenido que adaptarse para jugar en otra posición y la salida de Kevin Greene como entrenador de linebackers lo afectó. Y Mike Daniels, que es un gran liniero, pero tiene problemas de lesiones.

Todo esto se combina para que Dom Capers ya hubiera perdido su trabajo desde hace mucho, pero no. Mike McCarthy lo ha aguantado y por eso Aaron Rodgers no ha tenido el apoyo que merece de su defensiva.

La línea ofensiva

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Un mariscal de campo puede hacer que receptores medianos se vean como Probowlers. Un QB puede hacer que un corredor se convierta en una estrella. Lo que no puede un mariscal es hacer que su línea ofensiva mejore, por más que lo intente.

Se han cometido dos errores espectaculares a la hora de proteger a Aaron: dejaron ir a Josh Sitton y a TJ Lang. Ambos guardias eran el alma de esa línea pero al primero lo cortaron y el otro salió como agente libre.

Además, esta línea parece estar maldita pues siempre, absolutamente siempre hay alguien lesionado. Esta campaña se ha tenido que improvisar tanto tackle derecho como izquierdo y la presión sobre el mariscal es evidente.

Todos los mariscales de campo necesitan una línea que les dé tiempo para lanzar y en Green Bay no la hay.

Ted Thompson y Mark Murphy

Fotos: Getty Images

Te puedes preguntar qué tiene que ver la directiva, pero sí influye y mucho. Entre estos dos tienen una política que hasta cierto punto puede ser correcta: cero agentes libres e intentar mantener a las piezas fundamentales.

Sin embargo, los agentes libres que se han firmado son muy atinados y si tienen tan buen ojo para contratar, deberían de hacerlo más. El afán de querer armar un equipo a través del Draft es para pensar a futuro, pero Rodgers no es eterno.

Además, jugadores importantes sí se han ido a pesar de los esfuerzos de estos dos. En los últimos años hay ejemplos como el ya mencionado Lang, Casey Hayward, Tramon Williams y Eddie Lacy entre otros.

Tanto Thompson como Murphy se deben de olvidar un poco del futuro y comenzar a pensar en el presente. Por ellos, los Packers no tienen un equipo a la altura de su mariscal de campo.

Su contrato

Foto: Getty Images

Finalmente, Aaron Rodgers también comparte la culpa en sus fracasos. Muchos jugadores en la NFL y en otros deportes han aceptado menos dinero para que sus directivos tengan más margen de maniobra. Empero, con el comandante de Green Bay no es así.

Para poner ejemplos, Tim Duncan, Dirk Nowitzki, Tom Brady y otros tienen o tenían una paga baja a comparación de su nivel. Esto con la intención de que su franquicia pudiera mantener a los demás y poder firmar.

El golpe del sueldo de Rodgers en el tope salarial es relativamente alto. Para este 2017 son 20.3 millones de dólares que ocupa y le quedan otros dos años de contrato. Lo que podría hacer para ayudarse es bajarse la paga o reestructurar su contrato.

Así, ganaría menos dinero, pero las posibilidades de ganar otro Super Bowl aumentarían. Mejores jugadores, se quedan los importantes y con tanto dinero que ya ganó, el legado es lo que empieza a importar.

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