Megan Rapinoe fue la protagonista de la clasificación de Estados Unidos a las Semifinales del Mundial Femenil al marcar los dos goles con los que eliminó al anfitrión, Francia, 2-1 y ahora buscará el pase a la Final ante Inglaterra, aunque la referente dejó de ser la capitana.
Los goles tal vez no cayeron del todo bien al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, luego de que Rapinoe indicara que en caso de ganar el Mundial no asistiría “a la puta Casa Blanca”.
El comentario llegó a oídos del mandatario, quien respondió a través de su cuenta de Twitter que “debería ganar antes de hablar”, además reprobar el hecho de faltarle el respeto a la bandera de Estados Unidos, pues como protesta a sus políticas migratorias evita cantar el himno.
Un día después del conflicto verbal, Rapinoe se disculpó por su lenguaje, aunque mantuvo su postura de no asistir a la Casa Blanca. “Mantengo mi postura de no querer asistir a la Casa Blanca, con la excepción de lo explícita que fui con mis palabras”.
Dos días después del intercambio de mensajes, Estados Unidos eliminó al anfitrión del Mundial, pero Rapinoe ya no portó el gafete de capitán, el cual lució en cada uno de los juegos de su selección en partidos anteriores.
En el duelo contra Francia, el gafete lo portó Alex Morgan, quien está casada con un mexicano. La Selección de Estados Unidos no se ha manifestado sobre el cambio en la capitanía y si éste tenga algo que ver con el intercambio de mensajes con el presidente estadounidense.
