Un futbolista que siempre prometió muchísimo pero jamás explotó: esa es la definición de Quaresma. Ahora que ya es todo un veterano se le ve de vez en cuando regalando pinceladas de buen futbol y la Champions League fue la testigo.
En el partido entre Besiktas contra el Benfica el portugués mandó un centro para empatar el partido a tres goles. Pero no fue cualquier centro ¡lo mandó de rabona!
Sí, en un momento del encuentro donde su equipo lo perdía por un gol y faltaba un minuto para que llegaran los 90 Quaresma se aventó esta genialidad.
Además, antes de esto también cobró una penal de forma magistral.
Sí, en cinco partidos de Champions el luso lleva tres goles y está jugando de gran manera. Ojalá mantenga el nivel y se caiga como lo hizo tantas veces.