Los Lakers preparan el debut en la temporada de NBA contra el Portland el jueves 18 de octubre y hasta ese momento sabremos cuál será la quinteta titular, en la cual es segura la presencia de LeBron James, quien no estuvo presente en el último partido contra Golden State, así como algunos otros elementos formarán parte del llamado quinteto de la muerte.
La pretemporada de los angelinos dejó pistas de lo que podremos ver a lo largo de la temporada y un cuadro estelar, sólido e incluso temible. El primer partido de la pretemporada, contra los Denver Nuggets, en San Diego, terminó con saldo negativo, pues los Lakers cayeron 107-124, pero desde ese entonces se vislumbró el boceto de los cinco elegidos por Luke Walton.
Rajon Rondo, Kentavious Caldwell-Pope, Brandon Ingram, LeBron James y JaVale McGee arrancaron dicho encuentro. A lo largo de la pretemporada Walton realizó experimentos para probar a otros elementos en diferentes circunstancias.
Sobre todo causaba duda la presencia del pivot McGee, quien en teoría no entra en el sistema llamado small-ball, que sacrifica a sus hombres más altos para apostar por los más rápidos con el fin de presionar desde la periferia, evitar la entrada del rival al área y así obligar a intentar los tiros triples, en los cuales hay mayor índice de error.
Es un hecho que los Lakers buscan asemejarse a Golden State y ese quinteto de la muerte cuando decidían jugar sin pivot para darle chance a Andre Iguodala. El Iguodala de los Lakers sería Kyle Kuzma (2.06 metros), quien entraría a la duela generalmente por McGee (2.13 metros) para llevar a cabo en mayor forma el small-ball.
Con la presencia de Kuzma, la quinteta de la muerte quedaría formada por Rondo, Caldwell Pope, Ingram y LeBron, quien cumpliría entonces la función de ala-pivot.
Ya sea con Kuzma o McGee, este último jugando como pivot clavado, los Lakers son desde ahora un equipo con la ideas claras y los elementos suficientes para inspirar temor en la duela.