Lo que necesitas saber:
Quincy Promes tiene contrato con el Spartak de Moscú hasta el verano del 2025.
Si son seguidores del futbol neerlandés seguramente les suena el nombre de Quincy Promes, jugó con la Selección de Países Bajos la final de la Nations League contra Portugal en 2019, también participó en la Eurocopa del 2020 y ahora se encuentra detenido en una cárcel en los Emiratos Arabes.
El jugador del Spartak de Moscú enfrenta acusaciones por traficar cocaína y podría pasar hasta nueve años tras las rejas. También es buscado por las autoridades de Países Bajos por apuñalar a su propio primo.
El ‘infierno’ que vive Quincy en una cárcel en Dubai
Quincy Promes dejó Países Bajos hace unos años para evitar cumplir una condena de 18 meses de prisión por apuñalar a su primo en la rodilla durante una fiesta familiar, pero la vida da muchas vueltas y una de ellas lo mandó a una cárcel en Dubai.
A inicios del 2021, fichó con el Spartak de Moscú y dejó atrás sus problemas con la ley o al menos eso creía. Hasta que el equipo viajó a Emiratos Árabes Unidos para su pretemporada este 2024. Fue justo el 1 de marzo, cuando emprendían el regreso a Rusia que Quincy fue arrestado por narcotráfico.
Desde entonces permanece recluido en la prisión de Al Aweer, donde comparte una celda con 20 reclusos más, aunque la capacidad es solo para seis personas. Promes está en espera de ser extraditado a Rusia, ya que en su país natal también fue acusado y condenado por tráfico de drogas.
Promes y su historial de tráfico de drogas
En febrero del 2024 un tribunal en Países Bajos condenó a seis años de prisión a Quincy Promes. Fue declarado culpable de traficar aproximadamente 1.363 kilos de cocaína escondidos en un cargamento de sal, que viajó de Brasil hasta Amberes en el 2020.
Y ya que el jugador se encontraba viviendo en Rusia, se giro una orden de aprehensión internacional, misma que hizo posible su arresto en Dubai. Ahora un juez será quien decida si lo manda a su país natal o de regreso a suelo ruso.
Mientras su futuro se decide, tendrá que permanecer en prisión junto a sus 19 compañeros de celda, donde en ocasiones le toca dormir en el suelo debido a que solo hay seis camas disponibles y solo tiene oportunidad de salir al patio tres veces por semana.