Una de las grandes historias que nos ha dejado el Mundial de Qatar 2022 ha sido la selección de Irán y la manera en la que se han solidarizado con las causas sociales y a favor de los derechos de las mujeres en su país.
Si bien, el mundial termina, la represión en Irán aún sigue y en las últimas horas, la Asociación de Futbolistas Profesionales de la FIFA (FIFPRO) han alertado sobre la sentencia de muerte que ha recibido el jugador Nasr-Azdani, detenido desde el 6 de Noviembre tras haber participado en las protestas realizadas en contra del régimen tras la ejecución de Mahsa Amini.
En un mensaje publicado en sus cuenta de Twitter, la Asociación de Futbolistas Profesionales de la FIFA se pronunció al respecto: “FIFPRO está conmocionado y asqueado por los informes de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a una ejecución en Irán, tras hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”
La sentencia de muerte en contra de Amir Nasr-Azadani fue confirmada por la agencia de noticias Iran Wire que dio a conocer la condena en contra de 28 personas que tomaron parte en estas protestas.
El caso de Nasr Azadani, encierra un montaje policiaco, denunciado por varias organizaciones de Derechos Humanos.
Nacido en 1996, Amir Nasr Azadani se desempeñaba como defensa del Club Tractor de la Persian Golf Pro-League, y llegó a ser contemplado en el proceso mundialista, pero una lesión de ligamento cruzado le sacó de la selección nacional.
Su detención, fue registrada el pasado 17 de Noviembre, cuando la agencia gubernamental Tasnim informó de la muerte del coronel iraní Esmaeil Cheraghi durante las protestas que se producen en Theran tras la muerte de Mahsa Amini.
Posteriormente, se difundió un video en el que tres personas detenidas y torturadas -entre las que figura Nasr-Azadani- eran forzadas a admitir la autoría del crimen.
Desde entonces, familiares del futbolista, así como diversas ONG’s han señalado la inocencia de Nasr Azadani, así como la manera en la que el régimen iraní ha violado todos sus derechos, al detenerlo arbitrariamente, torturarlo, obligarlo a confesar un crimen que no cometió y finalmente, al ser sentenciado a muerte por participar en las protestas.
Amnistia Internacional ha confirmado que a la fecha, al menos 11 personas han sido condenadas a muerte por participar en las protestas, una cifra a la que habremos de añadir el nombre Nasr Azadani, en espera de que algún gobierno logre anular todas estas sentencias.
