¿Escándalo? Durante las últimas horas se ha hablado sobre la separación entre Nike y Neymar, quien fue ícono de la marca deportiva durante años. El motivo está relacionado con abuso sexual, así que la situación es delicada y con acciones legales de por medio.
The Wall Street Journal se mantiene al margen del caso y dio a conocer que la relación laboral terminó mucho antes de lo estipulado. El contrato entre Nike y Neymar vencía en 2028, pero llegó a su fin en 2020 de forma abrupta y sin razón aparente.
Ahora el panorama es diferente, pues el mismo periódico estadounidense reportó que la razón es una agresión sexual del jugador brasileño a una empleada de la marca. Esto sucedió en 2016, salió a la luz en 2018 y las investigaciones comenzaron en 2019.
La portavoz del futbolista asegura que él “se defenderá enérgicamente de estos ataques” y argumenta que la relación laboral entre Nike y Neymar terminó por cuestiones comerciales. Además, dijo al Journal que el atacante del PSG no recibió reclamos anteriormente.
Por su parte, la empleada en cuestión relató que hace 5 años, el deportista quiso obligarla a hacerle sexo oral en la habitación de un hotel en Nueva York. En ese momento, ella coordinaba la logística de los eventos del jugador y la marca.
Negativas, dimes y diretes
Hilary Krane, asesora de Nike, explicó y afirmó que la separación entre ambas partes estuvo relacionada con la investigación de agresión sexual, no por temas comerciales o estrictamente laborales.
“Nike terminó su relación con el atleta porque se negó a cooperar en una investigación de buena fe de acusaciones creíbles de irregularidades por parte de un empleado. No surgió un conjunto de hechos que nos permitiera hablar de forma sustanciosa sobre el asunto. Sería inapropiado que Nike hiciera una acusación sin proporcionar datos de apoyo“, agregó.
Neymar arremetió contra Nike
La publicación del Journal tuvo un impresionante alcance internacional, por lo que Neymar quiso desmentir a Nike. Sin embargo, hay algunos datos que no cuadran en su argumento, ya que la persona agredida decidió hablar después de 2 años, no en 2016.
“Los hechos se pueden distorsionar porque la gente los ve desde diferentes ángulos. No entiendo cómo una empresa seria puede distorsionar una relación comercial que está avalada en documentos. Afirmar que mi contrato terminó porque no contribuí de buena fe con una investigación es absurdo, una mentira.
“En 2016 parece que sabían del acontecimiento, yo no sabía. En 2017 viajé nuevamente a Estados Unidos para una campaña publicitaria con la misma gente, nadie me contó, nada cambió. No me dieron la oportunidad de defenderme, de saber quién se sintió ofendida“, redactó en una extensa publicación en redes sociales.