Lewis Hamilton comenzó la temporada de Fórmula 1 un poco titubeante. El nivel de Ferrari se elevó, los Red Bull también hicieron lo propio y el inglés se encontraba en una situación incómoda.
Sin embargo, tomó el problema por las riendas y comenzó poco a poco a remontar puntos. El 30 de julio Sebastian Vettel ganaba el Gran Premio de Hungría y seguía como líder. En ese entonces, la diferencia entre el alemán y el inglés era de 14 puntos.
En el GP de Bélgica se recortó la distancia a seis unidades y se puso mejor la cosa. Nos llegó el descanso de verano y de ahí, las vacaciones le sirvieron mucho a Hamilton para seguir con grandes resultados.
Para la carrera en Italia, la victoria de Lewis ya lo colocaba en la punta remontando y sacando apenitas tres puntos de diferencia. Empero, las cosas solo fueron para arriba.
Desde la carrera en tierras italianas han pasado otras tres: Singapur, Malasia y ahora Japón. Gracias a los resultados ahí, Hamilton está a 59 puntos de su más cercano perseguidor, una ventaja muy amplia. Su superioridad es tan alta que para la siguiente competencia, en Austin, podría salir campeón.
¿Cuáles son los resultados que necesita?
La primicia es simple: Lewis necesita sumar mínimo 16 puntos más que Vettel y tres más que Valtteri Bottas para tener su cuarto título en el bolsa.
Sí, su compañero matemáticamente aún tiene posibilidades de salir campeón. Por lo tanto, el piloto de Mercedes depende de los resultados de otros dos.
Actualmente, hay dos combinaciones que le entregarían el trofeo a Hamilton. La primera es ganar la carrera en Estados Unidos y que Vettel quede como máximo en sexto. La segunda, que el inglés quede en segundo lugar, Sebastian como máximo en noveno y que Bottas no gane la competencia.
Estos resultados suenan poquito complicados, pero no imposibles. En caso de que no se den, el inglés se podría coronar en la siguiente carrera, en el Gran Premio de México. Es decir, podríamos ver cómo se hace un campeón en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
