La liguilla es el derrumbe de Pumas. Resulta que el desastre de ayer en Ciudad Universitaria no es el primero y podría ser, que no sea el último. Podrán decir que el arbitraje tuvo otra vez su ataque de importancia. Que Santander sancionó a diestra y siniestra, “a quien se mueva disparo”, o que la afición, según Arribas, no les dio el impulso necesario.
Menudas coartadas. Si bien es cierto, que un penal sólo evidenció la miopía arbitral de Santander, la zurra azulcrema certificó que la Universidad se pasea por arenas movedizas cada que juega una liguilla.
Una goleada que merece un hasta siempre, porque ni siquiera parece que les alcanzará para un intento de épica. Es verdad, el futbol es un baúl de milagros, pero en este momento para la UNAM, esta ventanilla esta clausurada ¡Pase a la siguiente por favor!
A veces parece que ganar en el Pedregal es un pecado ¡Sacrilegio!, muestra perfecta la temporada que casi está por terminar en CU, casi, porque faltan 90 minutos de este colofón. Durante 8 partidos, Pumas fue incapaz de sacar la bandera blanca, y al contrario, el caos reinó por toda la Universidad. Derrotas ante Veracruz, Xolos, León, Toluca y Monterrey) y empates (ante Chivas, Cruz Azul y Necaxa).
Al petardazo de anoche, habría que sumarle la del Apertura 2016. Entonces los Pumas fueron cacheteados por los Tigres de Ferretti. Sufrieron la segunda mayor goleada en la historia de las Liguillas, no es cosa menos, la segunda de toda la historia. Si bien empataron en CU en la ida 2-2, en el Volcán la tunda fue 5-0 y el global (7-2) reflejo que Pumas es un desastre en las liguillas.
LA MAYOR GOLEADA
En el Bicentenario 2010, Santos propinó la mayor goleada en la historia de las liguillas. 7-1 al equipo de Monarcas en Torreón para un global de 10-4.