¡De otro planeta! Con una cardiaca victoria en la última etapa, Primoz Roglic se consagró campeón de La Vuelta a España por tercer año consecutivo. El esloveno de 31 años destrozó la contrarreloj una vez más y confirmó que es uno de los mejores ciclistas del mundo.
Aunque hoy el mundo de la rodada se rinde ante el flamante tricampeón, su historia no siempre estuvo acompañada de su bicicleta. Roglic era esquiador y dejó esa disciplina por un fuerte accidente.
🎥Etapa 21 – Stage 21 | #LaVuelta21
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Éxito y retiro como saltador de esquí
Primoz Roglic nació en Zagorje ob Savi, por lo que creció rodeado de montañas y nieve. Esquiar es una tradición en la región, parecía cuestión de tiempo para que incrementara el interés en este deporte. El ahora ciclista se convirtió en un especialista en saltos y con solo 17 años ya tenía una medalla de oro por equipos del Campeonato del Mundo.
Sin embargo, el panorama cambió muy rápido. Poco después de haber consumado aquel campeonato, Roglic sufrió una fuerte caída en el trampolín largo de Planica que lo orilló a cambiar su vida por completo. La nariz rota y varias contusiones cerebrales mermaron el espectacular desempeño de meses anteriores.
Regresar a los entrenamientos no fue fácil, mucho menos presentarse otra vez en competencias: “No había tenido ni el respeto ni el temor necesarios. Con 21 años sentía que era el momento de cambiar e intenté hacer algo distinto“, contó a Eurosport.
El ciclismo representó ese giro. Primoz Roglic ni siquiera tenía una bicicleta, así que trabajó en un supermercado para ahorrar y comprar una que le permitiera entrenar en las carreteras. El siguiente paso fue llamar a Andrej Hauptman, ex ciclista y manager del equipo esloveno Radenska.
A pesar de lo importante que es este personaje para el esloveno, en un principio no lo tomó en serio. Tuvieron que pasar varios contactos entre ambos para que Hauptman se convenciera de darle una oportunidad a Roglic, que ya tenía un gran talento y solo necesitaba pulir detalles para llegar a la élite.
Primoz Roglic en el ciclismo
Las habilidades del esloveno no convencieron a la gente del Radenska para abrirle las puertas al profesionalismo. En 2013 firmó con el Adria Mobil y tres años después llegó al Jumbo-Visma, equipo con el que corrió el Giro de Italia por primera vez. A la par, se preparó para los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Como dicen por ahí, el resto es historia. En julio de 2017 participó en su primer Tour de Francia y un año después quedó cuarto en la misma vuelta. No obstante, 2018 representó el comienzo de sus grandes victorias.
Campeón de La Vuelta a España, repitió la hazaña en 2020 al reanudarse la actividad que quedó en pausa por la pandemia. Lora Klinc, esposa del ciclista, y su pequeño hijo están presentes en cada paso y el tricampeonato en tierras españolas no fue la excepción.
Otra prueba de su velocidad es la medalla de oro que consiguió en los Olímpicos de Tokio 2020. Tras un proceso largo de preparación, Roglic tomó sus capacidades y todo el aprendizaje posible para llevarse la contrarreloj individual. Un logro más a la lista.
El esloveno consumó su tricampeonato en La Vuelta con un tiempo de 83:55:29 en la clasificación general. La etapa 21 terminó con 44:02 y un adelantamiento sobre Enric Mas del team Movistar que nos puso la piel chinita.