La temporada pasada los Oakland Raiders regresaron a Playoffs después de más de una década de ausencia. Los Malosos no ganaron su división por casualidad pero sí volvieron a la postemporada, aunque fuera únicamente para ser derrotados en el primer partido por los Houston Texans de Brock Osweiler… sí, de Brock Osweiler.
Al final de la campaña anterior Derek Carr se rompió la pierna y su suplente Matt McGloin también se lesionó por lo que el equipo tuvo que disputar el Wild Card Game vs Houston con el tercer quarterback, Connor Cook en los controles y los californianos rápidamente quedaron fuera de la lucha por el Vince Lomabrdi.
Este año los de Jack Del Río quieren que las cosas sean muy diferentes y la verdad es que tienen casi todo para pelear no sólo por el título de su división, sino el de su conferencia. Durante la agencia libre los Raiders hicieron la que podría ser la contratación del año, los Malosos convencieron a Marshawn Lynch para salir del retiro y jugar un par de temporadas con los Silver & Black.
A la ofensiva, los Raiders conservaron su columna vertebral y únicamente han apuntalado el róster. El equipo renovó a Derek Carr con un multimillonario contrato y conservó a sus tres principales receptores (Amari Cooper, Michael Crabtree y Seth Roberts), además firmó al ala cerrada Brandin Cooks.
A la defensiva, los Malosos sufrieron más cambios pero de igual forma se quedaron con los mejores jugadores. Khalil Mack, mejor defensivo de la NFL la temporada pasada, comandará una defensa que luce estable a pesar de David Amerson.
Este año habrá que apostarle a las altas en los juegos de los Oakland Raiders. El equipo luce con una ofensiva muy poderosa pero con una defensa que, aunque es sólida, no espanta a nadie. Con todo y eso son favoritos para ganar su división, pues pese a lo difícil de su calendario el de sus rivales de sector es igual o hasta más complicado.
Los actuales campeones de la AFC Oeste, los Kansas City Chiefs, se llevaron el título la temporada pasada entre otras cosas porque los Raiders no pudieron ganar un partido tras la lesión de Carr y aunque los Chiefs fueron verdugo de los Silver & Black en par de ocasiones contra otros rivales en común, los del Arrow Head Stadium tuvieron problemas.
Alex Smith es un administrador de juego y el conjunto de Andy Reed necesita dominar los encuentros para ganar. Si los partidos los tiene que resolver el exmariscal de San Francisco los Jefes tendrán muchos problemas. Por si fuera poco, el haber ganado la división la temporada pasada hará que los Chiefs se enfrenten a rivales muy complejos como los Steelers y los Texans que ya no son comandados por Osweiler.
Aún así, los Chiefs han sido el equipo más consistente del Oeste en los últimos años, por lo que tampoco es como que no tengan posibilidades de ganarle la contienda a Oakland pero sí se ve complicado.
Más abajo están los Denver Broncos que tienen una de las mejores defensivas de la liga. Von Miller, Aqib Tallib y Chris Harris espantan a cualquiera; eso es lo que en gran medida le ha permitido a los equinos mantenerse en la pelea una vez que sufrieron la baja de nivel de Peyton Manning y su consiguiente retiro.
Denver sigue siendo una aduana complicada para cualquiera pero dependen muuuuuucho de su defensa. La campaña pasada fue la defensiva de los Broncos la que muchas veces ganó los partidos; por ejemplo, aquel punto extra bloqueado y regresado frente a los New Orleans Saints.
Trevor Siemian no lo ha hecho del todo mal pero no parece ser un pasador del que se pueda depender para ganar los partidos complicados y en cuanto cometa un error habrá mucha presión para que Denver coloque bajo los controles a Paxton Lynch. Por tierra CJ Anderson luce sólido pero Jamaal Charles como segundo corredor después de haberse lastimado la pierna derecha las dos últimas temporadas no parece un buen back up. De hecho. de acuerdo a un sitio especializado en predecir lesiones deportivas. el excorredor de Kansas City tiene 68.3% de posibilidades de volverse a lesionar.
Entre estos tres equipos (Broncos, Chiefs y Raiders) los Malosos son favoritos pero las cosas están parejas, por lo que seguramente veremos un gran duelo por la cima en el ‘Salvaje Oeste’, división que junto con el Este de la Nacional luce como la más pareja a la alta en toda la NFL.
El último equipo del AFC West son los LA Chargers, sí LA. Los Cargadores dejaron San Diego para irse al glamour de Los Ángeles y ojalá que les sienten bien los aires hollywoodenses por que el equipo lleva años siendo una broma. Philip Rivers y Antonio Gates ya no son los mismos, Keenan Allen viene regresando de lesión y Melvin Gordon no puede cargar todo el peso de de la ofensiva.
La verdad es que los Chargers son una incógnita pero no hay un sólo motivo para que pensemos que el ahora equipo de Los Ángeles podrá superar a sus rivales divisionales. Para las otras tres escuadras los Chargers son el flan de su sector.
Si la lógica se impone y los (aún) Oakland Raiders se sobreponen a los roces con la afición tras anunciar que se irán a Las Vegas, los Malosos ganarán su división por primera vez desde hace 15 años cuando Rich Gannon era el mariscal de campo. De aquel equipo sólo permanece con los Silver & Black el pateador Sebastian Janikowski.