Muchos están emocionados con el ataque que tiene en la actualidad el Liverpool. Mohamed Salah, Roberto Firmino y Sadio Mané forman un tridente grandioso. Sin embargo no es la primera vez que la delantero de los Reds da miedo, solo hay que recordar a Emile Heskey y Michael Owen.
Estos dos son históricos del club. Entre los dos cayeron infinidad de goles y eran tan buenos juntos que hasta jugaban en la Selección de Inglaterra en el ataque.
El martillo
Emile era el típico delantero británico. Alto fuerte y excelente rematador de cabeza. Jamás lució tanto como cuando llegó al Liverpool junto a un jovencito que le asistía y jalaba marca.
En el año 2000 Heskey firmaba con el club. Proveniente del Leicester City, su contratación era lo que necesitaban los Reds para armar un equipo muy competitivo.
La forma de jugar del Lord era ruda, hasta se le podría decir rústica. Muy físico, aguantando el balón de espaldas y siempre dentro del área. Un killer de esos que siempre sobresalían en Inglaterra.
La daga
El que ponía la estocada final, con gran calidad, velocidad y hasta elegancia era Owen. The Golden Boy, el mimado de la afición, el que cargaba con el dorsal 10, no había duda que parecía el indicado para llevarlos a la gloria.
No había duda que se complementaba con el número 8, se notaba la química entre ambos. Es gracioso pero seguro les ha pasado: hay amigos con los que te acomodas jugando a pesar de que no lo hagan muy seguido. Así se veían estos dos.
Juntos llevaron al equipo a muchos títulos. La Copa de la UEFA y la Supecopa de Europa los más destacados, pero se les negó la Premier League. En la campaña 2001-02 quedaron muy cerca, pero Arsenal los superó.
La separación
Disfrutamos poco de esta gran dupla. Para el año 2004 ambos se separaron y no volvieron a jugar juntos a nivel de clubes.
Liverpool hizo un movimiento que a lo mejor no fue el mejor: vendió a los dos. Heskey se fue Birmingham City donde comenzó la declive de su carrera. Mientras, pasó lo contrario con Owen. Él firmó con el Real Madrid y se convirtió en parte de Los Galácticos. Su salida dolió muchísimo y más porque solo duró un año en España. Regresó a la Premier con el Newcastle pero jamás fue lo mismo.
Se notaba que le faltaba su socio en el campo…
