Apenas acaba de consumar su ascenso a la Premier League y el Wolverhampton ya tiene problemas. El equipo campeón de la Championship será investigado por su presunta relación con Jorge Mendes, el representante de jugadores más poderoso del mundo, que quebrantaría las reglas del futbol inglés.
La bronca es esta:
1- Wolverhampton pertenece a un grupo de inversionistas chinos, llamado Fosum, desde el año 2016.
2- Jorge Mendes representa jugadores como Cristiano Ronaldo, James rodríguez y Raúl Jiménez, entre muchos otros, a través de la empresa Gestifute.
3- Fosum es accionista al 20 por ciento de Gestifute a través de la sociedad Shanghai Foyo.
Esto representa un conflicto de intereses de acuerdo al reglamento del futbol inglés, que define como interés poseer al menos el 5 por ciento de las acciones “que pueda permitir el ejercicio de cualquier influencia material, financiera, comercial, administrativa de gestión o de cualquier otro tipo sobre asuntos del club sea de forma directa o indirecta, formal o informal”, informó The Guardian.
Lo que la Premier League quiere investigar es si en verdad Mendes influyó o facilitó los fichajes de varios de sus representados, entre ellos Rubén Neves, Diogo Jota, Rubén, Helder Costa e Ivan Cavalerio, todos jugadores con proyección de Primera División, así como el técnico Nuno Espírito Santo, quien en el año pasado era estratega de los mexicanos del Porto.
En todos los casos, el nombre de Mendes ni el de su empresa, Gestifute, aparecen en la documentación de traspasos en la Federación Inglesa (FA), aspecto que forma parte de esta investigación.
¿Esto impediría el ascenso del Wolverhampton? Aún es temprano para saberlo, pero lo más probables es que si hay algún castigo, éste vaya dirigido hacia los directivos.