En el papel, los New England Patriots son sumamente superiores a los New York Giants. Sin embargo, los de la Gran Manzana parecen siempre tener la clave para vencer a los pupilos de Bill Belichick.
Han sido dos Super Bowls que ha perdido Tom Brady y su equipo a manos de Eli Manning (Super Bowl XLII y Super Bowl XLVI). En estos duelos, el favorito fue derrotado en los últimos minutos.
En la actualidad, los Patriots muestran el mismo potencial de esos años que perdieron el campeonato. Una ofensiva explosiva y una defensa que no sorprende a nadie, pero cumple con su trabajo y mantiene el liderato que le dan sus compañeros.
Además, Brady es el líder de pases de touchdown con 22 y tan sólo tiene dos intercepciones. Del otro lado, Eli Manning no ha tenido mala temporada pero si inconsistencia siempre será su punto débil.
La diferencia a esas temporadas es la defensa de los Giants, pues este año ha tenido muchos problemas, sobre todo en la línea de golpeo. Los integrantes de esa línea eran dominante liderados por el ya retirado Michael Strahan.
Ahora, el regreso de Jason-Pierre Paul podría ayudar, pero simplemente no son lo mismo. Paul llega disminuido por el accidente que tuvo en la mano que provocó la perdida de un dedo y la falta de ritmo.
Para que los Giants tenga esperanza tendrán que depender del Odell Beckham Jr. El receptor es el arma predilecta del hermano menor Manning y tendrá que tener un juego monstruoso para ayudar a su equipo.
Los Patriots quisieran quitarse un peso de encima con todo lo que han tenido que pasar tras esas derrotas. Mantener el récord perfecto pasa a un segundo término y lo primordial será vencer como sea a ese fantasma la única pregunta es ¿lo conseguirán o continuará la maldición?
