La MLB vivió una de las pretemporadas más flojas que podemos recordar en últimos años. Un creciente miedo de los dueños ante una posible huelga de jugadores en unos años por asuntos contractuales impidió las firmas multimillonarias a las que estamos acostumbrados. Pero a pesar de esto, llegó el cambio que no sorprendió a nadie, pero que aún así cimbró a toda la gran carpa. El Bronx tiene a un nuevo bombardero, y es el mejor de todos. A la lista de miedo que conforman Aaron Judge y Gary Sánchez se les suma el nombre de Giancarlo Stanton, con lo que los Mulos tratan de soñar con volver a levantar un Trofeo del Comisionado.
Pero para hacerlo, primero deberán pasar por un gran obstáculo en su división: los Red Sox con una sobresaliente camada de peloteros jóvenes como Andrew Benintendi, Mookie Betts y Rafael Devers, comandados por el pitcheo del magistral zurdo Chris Sale.
Pero los dos peligros mayores de la Americana no están en el Este. En el estado de Ohio ya se rompió la maldición de “Believeland” con LeBron y compañía, pero los fans de la Tribu aún anhelan un título. Los Indians, una vez más con Francisco Lindor, Edwin Encarnación, Trevor Bauer y Corey Kluber intentarán completar la hazaña que estuvieron a un juego de lograr hace dos años.
Ah, y claro, los actuales campeones. No hay mejor orden al bat en la liga que el que tienen José Altuve, Carlos Correa, George Springer, Alex Bregman y compañía. Houston luce como favorito para repetir. Además, como complemente a la lucha por la AL, Los Angeles tiene una nueva estrella. Por primera vez en muchísimo tiempo, la MLB tiene un “blockbuster” multifacético. ¿Podrá responder, tanto en el pitcheo como con el bat la sensación japonesa Shohei Ohtani? ¿Será el complemento que estaba esperando Mike Trout para dar el gran salto?
Del otro lado, los Dodgers perdieron a Yu Darvish y fallaron en su intento para firmar a Ohtani y Stanton, pero continúan con la base exitosa de Bellinger, Turner, Seager y Puig además del siempre seguro (al menos en temporada regular) Clayton Kershaw.
En Chicago se rompió una maldición hace dos años, pero no quieren que sea el único logro de la generación dorada de Bryant, Rizzo y Russell. Llega Darvish a tratar de reforzar una golpeada rotación de los “Cachorritos”, que intentará repetir el éxito del mágico 2016.
Cada pretemporada, hay un equipo que para muchos escritores será el campeón. Los Nationals siguen teniendo una de las mejores rotaciones de la pelota caliente. Esa seguidilla de Scherzer, Strasburg y González será, como cada temporada, un dolor de cabeza para los rivales. Pero antes de sus eternos “campeonatos de marzo”, los Nationals tienen que hacer algo que nunca han hecho: GANAR UNA SERIE DE POSTEMPORADA.
Y los Giants. A los Giants llegaron Evan Longoria y Andrew McCutchen. Nunca pueden descartar a los Giants. Será una linda temporada de MLB.