El Gran Premio de Países Bajos regresó al calendario de la Fórmula 1 en 2021, después de una larga ausencia y modificaciones en su trazado. La fiesta de la ola naranja, provocada por el piloto de casa, Max Verstappen, es la imagen actual de dicho circuito, que trata de dejar atrás dos de las tragedias más importantes en la historia del automovilismo.

Actualmente, Fórmula 1 es un ejemplo de protocolos de seguridad y de ello pueden dar testimonio Romain Grosjean y Guanyu Zhou, los últimos pilotos que han salvado la vida gracias al halo de seguridad, pero no siempre fue así.

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Cerca de 80 pilotos han fallecido alrededor de la Fórmula 1 y 42 de ellos murieron durante un Gran Premio. La mayoría de ellos fallecieron en las décadas de los años 50, 60 y 70, y fue precisamente en esta última década cuando Países Bajos quedó marcado por la tragedia.

Un circuito que se construyó durante la ocupación alemana

Países Bajos fue uno de los territorios ocupados por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y para evitar que pobladores de Zandvoort fueran a campos de trabajo alemán, se decidió realizar una sería de carreteras, una de ellas era una vía completamente recta, la cual sería utilizada para desfiles después de la guerra.

Tras finalizar la Guerra y la ocupación alemana, estas carreteras fueron conectadas para darle forma a un circuito de automovilismo, el cual debutó en 1948 dentro del calendario de Fórmula 1.

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La muerte de Piers Courage en el GP de Países Bajos

El año de 1970 fue trágico para la F1, pues en ese año fallecieron dos pilotos, uno de ellos fue el británico Piers Courage. Para aquella época, algunos equipos sacrificaban elementos de seguridad para hacer autos más rápidos y en el Gran Premio de Países Bajos se reflejaron las consecuencias.

En la vuelta 23, Piers Courage salió de la curva Honderlwak con demasiada velocidad y se estrelló, lo cual provoco un fuerte incendio. La primera medida que tomaron los comisarios de pista fue echar tierra al auto para tratar de controlar el incendio y el volante británico falleció en el lugar, entre llamas.

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La tragedia de Roger Williamson marcada por la negligencia

El circuito de Zanvoort fue catalogado como uno de los más inseguros, por lo cual no se corrió en 1972, pero volvió en 1973, con pocos cambios y garantías, lo cual provocó la que es considerada una de las mayores negligencias.

En la octava vuelta, Roger Williamson sufrió un accidente similar al de Piers Courage y su auto se incendió. Sólo un piloto se detuvo para intentar ayudar a Williamson, y fue David Purley, quien narra que escuchaba los gritos de su colega entre llamas: “¡Por amor de Dios, sáquenme de aquí!”. (Puedes ver el video aquí).

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Ningún otro piloto se detuvo porque pensaron que el auto en llamas era el de Purley y que había escapado a tiempo, de modo que la carrera continuó como si nada porque ningún equipo dio órdenes de parar y porque el director de carrera de ese entonces, Ben Huisman, no tenía conexión radial en la zona del accidente y pensó que el humo que se elevaba por el aire era producto de la quema de neumáticos.

“Pensé ‘no puede ser nada importante, porque los tiempos de vuelta son los mismos’”, reconoció Ben Huisman 30 años después. “Pero en la vuelta 20 pensé ‘algo anda mal’ y mandamos a los bomberos”, compartió de acuerdo con visionauto.

12 minutos después del accidente, en la vuelta número 20, se mandó un camión de bomberos para apagar el incendio, pero para entonces Williamson ya había fallecido, según los reportes, por inhalar gases tóxicos, de modo que cuando el fuego alcanzó su cuerpo, ya no tenía vida.

Pese a ello, la carrera continuó y el auto fue removido hasta el final de la competencia en una grúa. Fue entregado en el pit de la escudería March Racing con todo y el cuerpo Williamson, de modo que los mecánicos del equipo fueron los encargados de sacar el cuerpo del monoplaza.

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“En 1973 no le dimos a Williamson una oportunidad para sobrevivir. Williamson era joven y le quitamos su derecho a vivir una vida normal”, dijo Huisman.

Al finalizar esa temporada, el mejor piloto de la época, Jackie Steward, se retiró de la Fórmula 1 y comenzó una campaña para pedir mayor seguridad en los autos, así como protocolos eficientes para asistir a los pilotos en caso de accidente.

Fórmula 1 comenzó a capacitar a los comisarios de pista y fue hasta entonces cuando las cifras de pilotos fallecidos comenzó a reducirse, aunque a pesar de ello, otros 14 pilotos murieron en los siguientes años, los últimos de ellos Ayrton Senna y Jules Bianchi.

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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