El futbol es un deporte extremo. Un cuento de hadas con sus momentos de horror. Peter Schmeichel,(Gladsaxe, Dinamarca, 18 de noviembre de 1963), lo supo. Conquistó una Eurocopa (1992) como capitán de una selección invitada. El portero danés, certificó los milagros del futbol. La selección invitada que no había calificado a esa Eurocopa  se alzó con el trofeo.

Sin duda, Schmeichel fue un consentido de este deporte. Con sus guantes de acero catapultó  también al Manchester United en esa maravillosa final de la Champions League. Los “Reds Devils” perdían 1-0 ante el imponente Bayern. Y sucedió “el milagro del Camp Nou”. En el minuto 91, y 93, Schmeichel tocó el cielo otra vez.

En tiempo de crisis nada mejor que un bálsamo para estabilizarlo todo. Eso fue este día el excapitán de la selección Danesa, Peter Schmeichel.  Mientras en México se cuestiona una supuesta fiesta del TRI, la selección se cubre con un inmenso caparazón de acero, como es Schmeichel.

Schmeichel, que siempre se confesó un pianista frustrado, también será recordado por el golazo que marcó lesionado. Un golazo de volea en el minuto 90 tras el lanzamiento de un córner. Un soberbio zapatazo que no impidió que su equipo, el Aston Villa, perdiera frente al Everton (3-2), pero que no empañó la gesta.

Sin duda alguien infinito como Peter, para un equipo que requiere de luces para encontrar el camino a Rusia, sin nada que lo afecte, ni siquiera los rumores provocados por ellos mismos.

El portero de México, Guillermo Ochoa creció viendo las atajadas de esta figura celestial, al grado de considerarlo su ídolo, incluso presumió una foto en redes.

La Selección de México se encuentra en Copenhague preparando el amistoso del próximo sábado ante Dinamarca. Un partido que será la última prueba que podrá hacer el técnico Juan Carlos Osorio antes del debut mundialista ante Alemania.

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