María del Rosario Espinoza es la máxima representante del taekwondo nacional, de eso no hay duda. La oriunda de Sinaloa heredó una tradición de buenos atletas en esta disciplina que comenzó en Seúl 1973, se apagó un poco y hasta Sidney 2000 regresó con mucha fuerza.
Víctor Estrada le dio el bronce a México en Australia, cuatro años más tarde, Óscar e Iridia Salazar siguieron con la cosecha de medallas y ahora, Espinoza ha cargado con la delegación mexicana con un oro y un bronce en las últimas dos justas olímpicas.
Hija de una ama de casa y de un pescador que viaja en un barco camaronero, desde muy pequeña mostró potencial para eso de los trancazos. Sus padres la metieron a taekwondo buscando canalizar ese talento, pero seguro jamás imaginaron que su pequeña llegaría tan lejos.
Con 28 años de edad, será la primera representante femenil en ganar todos los torneos en un ciclo olímpico y tiene 13 años siendo una de las mejores en el mundo. Además, con su nuevo entrenador, el coreano In Young Bang, ha mejorado en cuestiones de técnica que ella misma reconocía tenía que mejorar.
Ahora, a los Juegos Olímpicos de Río 2016 llega como la número uno sembrada en la división de 67 kilogramos. Su récord en el año es de 12 victorias y una derrota la colocan como la rival a vencer y todos los mexicanos esperan grandes cosas de ella.
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