Los equipos en Nueva York tienen una mística diferente. La presión es mayor por el tipo de ciudad y de aficionado que tienen. Además, la prensa en la Gran Manzana se caracteriza por ser bastante dura.
En la NBA un 25 de junio del 2015 llegó a esta enorme urbe un chico llamado Kristaps Porzingis. Los New York Knicks lo eligieron con la cuarta selección global en el Draft y la afición se volvió loca, pero para mal. Todos los seguidores del equipo pensaron que su presidente, el mítico Phil Jackson, se había vuelto loco.
Porzingis llegaba con 20 años de edad y de haber jugado en el Sevilla, en España. Era lo único que se sabía de él y las reacciones por el desconocimiento eran de desaprobación.
Hasta uno de los periodistas más reconocidos en Estados Unidos, Stephen A. Smith, se subió al tren y le tiró con todo a Jackson y su muchacho lituano.
Nadie recibió bien a Kristaps, que además de todo llegó a un país nuevo a tener que adaptarse a una cultura totalmente diferente. En realidad, le tenían coraje porque todavía había disponibles buenos jugadores, o más conocidos, como Devin Booker, Larry Nance Jr. y Willie Cauley-Stein. Sin embargo, el Master Zen se fue por el joven europeo de 2.21 metros de altura.
La temporada 2015 comenzó y con un equipo totalmente en reconstrucción, las críticas no pararon. La situación era bastante mala que en febrero corrieron al entrenador, Derek Fisher. Empero, se veía un pequeño destello de luz en la quinteta neoyorquina. Sí, era Porzingis demostrando que todos se equivocaron la juzgarlo tan rápido.
Poco a poco se fue ganando el cariño de la gente, sobre todo por su gran nivel de juego a tan corta edad. Demostró que saber hacer absolutamente de todo en la duela, desde dirigir al sus compañeros, atacar el aro, defender el poste bajo y hasta tirar y anotar triples.
De ahí, la historia cambió. Terminó segundo lugar en el premio del Novato del año, solo por detrás de Karl-Anthony Towns y fue votado para el partido de Rising Stars.
Su éxito fue tan grande que hasta algunos periodistas tuvieron que echarse para atrás y pedir disculpas por publicaciones anteriores en su contra. En menos de un año, se convirtió en la piedra angular de los Knicks y de ahí, están construyendo el equipo a su alrededor.
Este es su segundo año y sigue sorprendiendo a los que no creyeron en él. Como va hasta el momento va a mejorar en todas las estadísticas que consiguió la campaña pasada. Y por si fuera poco, está ayudando a veteranos como Carmelo Anthony y Derrick Rose a rejuvenecer sus carreras.
En Nueva York pasaron del odio al amor con Kristaps Porzingis. Lo destrozaron cuando llegó pero el chico a pesar de ser nuevo en la ciudad, mostró todo su talento y ahora tiene a los Knicks peleando por puestos de playoffs, algo que solo ha pasado tres veces en los últimos 10 años.