Si recuerdas la película de Green Street, la de los hooligans del West Ham, esta historia te será familiar. Aficionados del Millwall (que curiosamente son los que pelean con los del West Ham en dicha película), se enfrentaron en una peculiar batalla con seguidores del Brentford previo al partido que sostendrán ambos equipos en la Championship de Inglaterra en el mes de noviembre.
Sobra decir que ambas escuadras tienen una enemistad marcada, pero sus aficionados decidieron dar un paso para cambiar la modalidad de las peleas y adoptar costumbres de los ultras rusos.
Los aficionados de los dos equipos se citaron en una especie de terreno baldío y de esta manera evitaron la intervención de la policía y con ello detenciones. Asimismo, al estar un lugar aislado, no se lastiman a personas ajenas a la pelea.
La regla principal de este combate fue acudir sin ningún tipo de armas, todo a puño y patada limpia, por lo que también se disminuyen los índices de daños físicos graves que requieran hospitalización y ahí mismo una detención.
La segunda regla, para evitar confusiones de bandos, establece que uno de los bandos se rife el físico sin playera ante la presencia de jueces, quienes tienen la función de señalar a aquellos que no tienen contrincante para que sea atacado o también señalar a los manchados que hacían montón de tres contra uno.
Otra regla importante es que no se puede golpear a una persona que se encuentra en el suelo.
Así transcurrió la batalla de estos ultras que después de una batalla de dos minutos arrojó saldo blanco, incluso el reconocimiento entre oponentes con saludos y abrazos.