Los Washington Redskins podrían cambiar su nombre ante la presión de patrocinadores y un largo debate sobre las interpretaciones ofensivas hacia los nativos del territorio estadounidense y se convertiría en el segundo equipo del estado en optar por una nueva identidad.
En 1995, los Washington Bullets (balas) renunciaron a su nombre para combatir la ola de violencia y pasaron a convertirse en los Washington Wizards. Ahora los Redskins han sido presionados por la empresa de paquetería, Fedex, que da nombre al estadio en el que juega el equipo de la NFL, además de ser un socio minoritario.
El miércoles 1 de julio, un total de 87 empresas de inversión, así como accionistas, firmaron tres cartas, las cuales fueron dirigidas a Nike, Fedex y Pepsico, para exigir que rompan relaciones con los Redskins, a menos que el equipo cambie de nombre.
Un día después, Fedex informó que hizo la petición para que el equipo cambiara de nombre. “Hemos comunicado al equipo en Washington nuestra solicitud para cambiar el nombre del equipo”, indica un comunicado, al que hace referencia el sitio de la NFL.
El contrato de la empresa de paquetería inició en 1998 a cambio de 205 millones de dólares para darle su nombre al estadio de los Washington Redskins.
El origen del debate
Los nativos consideran ofensiva la referencia a los pieles rojas (Redskins), quienes en la época de conquista eran asesinados por personas de raza blanca y éstos eran recompensados económicamente a cambio de mostrar la piel de niños y hombres que cerciorara el asesinato de los natales del lugar.
Las otras dos marcas que patrocinan al equipo no han manifestado una postura al respecto.