Uno de los pocos argentinos que aún no se había expresado sobre la muerte de Diego Armando Maradona era Jorge Bergoglio, el Papa Francisco, un aficionado confeso al futbol y aficionado al San Lorenzo de Almagro. Durante su infancia en Argentina, jugó futbol horas y horas con un balón hecho de trapo y muchas veces, contra su voluntad, jugó de portero.
“No era de los mejores, de hecho era lo que en Argentina llaman ‘pata dura’, por eso siempre me hicieron jugar en la portería”, compartió el Papa en una entrevista con La Gazzetta dello Sport, la cual se divide en tres partes y en la que habla particularmente del deporte y una escala obligada fue Diego Armando Maradona, fallecido el 25 de noviembre.
La muerte de Maradona
“Cuando me informaron sobre la muerte de Maradona recé por él y envié a la familia un rosario con algunas palabras personales de consuelo”, compartió.
Recordó que a Maradona lo conoció personalmente en el año 2014. Diego visitó el Vaticano con motivo de la organización por un partido por la paz. Para ese entonces, el ‘10’ había puesto pausa a su carrera como técnico.
“Recuerdo con placer todo lo que hizo Diego por Scholas Occurrentes, la fundación que se ocupa de los más necesitados en todo el mundo. En el campo era poeta, un gran campeón que dio alegría a millones de personas, en Argentina como en Nápoles. También era un hombre muy frágil”, mencionó.
Condena al dopaje
Resaltó el talento que hace diferentes a los deportistas en sus respectivas disciplinas, aunque también destacó la responsabilidad de cada deportista para entrenar ese talento.
“La fuerza de voluntad es más fuerte que la habilidad. Aquí el deporte viaja de la mano de la vida: la belleza, cualquiera que sea su declinación, es siempre fruto de una llama que se mantiene encendida día tras día”, mencionó a la vez que condenó al dopaje.
“El dopaje anula la dignidad. Sin atajos. Ningún campeón se construye en el laboratorio. A veces ha sucedido, pero el tiempo los desenmascara. El talento es un do, pero hay que trabajar en ello”.
Juegos Olímpicos y Paralímpicos
El Papa destacó que el 2021 marque la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio y manifestó su deseo para que se recuerde que uno de los objetivos de la justa deportiva es evitar las guerras, pero además subrayó el mensaje que llevan los atletas a todo el mundo, aún más aquellos que compiten en los Juegos Paralímpicos.
“Cuando veo de lo que son capaces ciertos deportistas, que tienen alguna discapacidad física, me sombra el poder de la vida. En el deporte me gusta la idea de inclusión. El movimiento paralímpico es muy valioso, no sólo para incluir a todos, sino porque también es una oportunidad para contar en los medios las historias de hombre y mujeres que han hecho de las discapacidades un arma de redención”.