Pablo Aguilar volvió a sentirse futbolista y a realizar la actividad que mejor conoce. El defensa del América volvió luego del escándalo en el que estuvo envuelto por supuestamente agredir a un silbante, lo que le costó 10 partidos de suspensión y no un año como se había estipulado.
Luego de 143 días el guaraní regresó a la alineación titular de las Águilas en el duelo de la Jornada 2 frente a los Tuzos, y no ocultó su alegría por dejar atrás una pesadilla.
“Parecía mi debut, emocionado y contento. Se dio y ahora lo importante es que estoy de vuelta y solamente hay que pensar en lo que viene”, dijo al término de la victoria 2-0 frente a los Tuzos.
El paraguayo no evidenció la inactividad, pues se le vio solvente atrás, ejerciendo su rol de líder, pues incluso heredó el gafete de capitán cuando Oribe Peralta salió de cambio; eso sí, no se acercó ni protestó una sola decisión arbitral como señal de que aprendió la lección.
“Era raro estar afuera y le dolía a uno, pero siempre quise estar con los compañeros apoyando, trabajando”, finalizó.