Estábamos pensando seriamente iniciar esta nota con una frase nunca antes dicha, algo así como “Pablo Aguilar rompe el silencio”, pero mejor nos quedamos con que el defensa del América habló por primera vez sobre cómo pasó esos tres meses sin jugar por una supuesta agresión a un árbitro y la amenaza de ser suspendido un año.
“Te juro que la he pasado muy mal, yo sé que también mi familia la pasó muy mal, pero trato de olvidar lo que pasó, por eso no quería hablar con nadie al respecto. Trato de hacer borrón y cuenta nueva, ahora sólo pensar en trabajar y en ganarse nuevamente la confianza y así retribuir todo el apoyo que me dio la afición y la directiva también”, dijo el paraguayo en entrevista con el diario Récord.
Aguilar, quien realiza la pretemporada con las Águilas en Playa del Carmen, aclaró que nunca tuvo la intención de agredir al silbante en el juego de Copa ante Tijuana, pero reconoció que se excedió en su protesta.
Las personas que me conocen muy bien se sorprendieron por lo que pasó, pero fue un momento de calentura. Todo lo que estábamos viviendo, que no nos salían las cosas, fue algo que colmó el vaso y reaccioné de muy mala manera. En su momento ya pedí disculpas y ahora sólo estoy trabajando en mi regreso.
Tras aquella suspensión primeramente de 10 partidos y luego de un año, fue necesario que Aguilar junto con Enrique Triverio del Toluca acudieran al TAS, la sanción finalmente quedó en los 10 juegos, pero el guaraní no volvió a jugar el torneo pasado, pues quedaba habilitado hasta la Liguilla y el América no clasificó.