180 minutotes no fueron suficientes y hasta el tiempo extra llegamos. Atlante y Celeya nos regalaron una final de antología en la Liga de Expansión que tuvo de todo: polémica, goles, alargue y mucho drama.
Después de un partido de ida, en el que los ‘Potros de Hierro’ fueron infinitamente mejores (sus siete remates a portería lo dicen), pero que desafortunadamente no pudieron hacer valer su condición de local, todo se fue a empate de roscas.
Así que, todo se definiría en el Estadio Miguel Alemán Valdés y con un ambiente espectacular, digno de equipos que merecerían subir a la primera división del futbol mexicano, se jugó la vuelta.
Acá sí hubo goles y tempraneros, porque el incansable ‘Hobbit’ Bermúdez fue el causante se silenciar -aunque momentáneamente- a toda la afición de Celaya con su gol.
Celaya no se quedaría con los brazos cruzados y tras replantearse las cosas en el medio tiempo, salieron muy fieras a conseguir un gol de esos llamados, de vestidor, obra de Carlos Acosta.
El tiempo extra, el drama y el osote del Atlante vs Celaya
Sí, posiblemente mucha gente diga: ¿Cuál es el chiste de que jueguen esta final? Y posiblemente tengan razón, porque el premio de subir a la Liga MX no existe, pero tienen que terminar su temporada porque estos dos fueron los mejores del torneo.
Pero, entre que son peras o son manzanas, ni Atlante ni Celaya regalarían la oportunidad de perder un partido y mucho menos la final de Liga Expansión, y lo demostraron en la cancha.
Ninguno quería regalar nada y ya en los últimos 30 minutos, con el desgaste y el cansancio, se calmaron las cosas, peeeeeeeeeeeeeero, Atlante tuvo un chispazo de fortuna.
Tras un disparo de media distancia, Guillermo Allison, exportero de Cruz Azul, rechazó el balón al centro. Un jugador de Atlante remató de cabeza, pero se fue a la parte inferior del poste.
Y aquí es donde viene el error gacho, de esos que no se olvidan pronto, porque Celaya cuando vio el balón al poste, respiraron, sólo que el rebote se fue a los pies de Allison, que con la espalda la metió en propia puerta.
Ya con el bajón anímico, el Atlante encontró los espacios para matar al Celaya y Carlos López se quitó a Allison para poner el tercer gol y definitivo para que los Potros se coronaran.