Oscar Ustari se ha convertido en una de las piezas más importantes del Pachuca, con el que tiene la oportunidad de cobrar revancha en México, país con el que tiene una relación especial, con capítulos amargos, otros muy amargos, buenos y gloriosos.
Ustari fue parte de aquella Selección de Argentina que venció a México en tiempos extra en el Mundial de Alemania 2006, cuando era arquero de Independiente, el equipo de sus amores. Jugó en España para el Getafe y Almería, probó suerte en Inglaterra con el Sunderland.
Su debut estuvo precedido por un par de tragedias
Todo esto fue posible por una tragedia. Ustari debutó con Independiente a los 19 años de edad, de manera prematura, tras el fallecimiento de los porteros, Lucas Molina, de 20 años (paro cardiaco en noviembre de 2004) y Emiliano Molina, de 17 (accidente automovilístico en 2005).
Antes de llegar a México fue portero en Argentina de Boca Juniors y Newells, hasta que desembarcó en Guadalajara, para formar parte del Atlas, el equipo al que enfrenta en una final y el cual lo marcó el noviembre de 2017, tras una aparatosa lesión en el estadio Jalisco, la cual le dio la vuelta al mundo.
Ustari se retiró tras la lesión con Atlas
A siete minutos del final del partido contra Tigres, en partido pendiente de la octava jornada, el arquero realizó un despeje en el cual sufrió la rotura del tendón rotuliano, que es como una liga que sostiene justamente a la rótula, de modo que el hueso salió de su lugar. El arquero argentino se quedó sentado en el pasto pidiendo a gritos la entrada del cuerpo médico antes de soltar en llanto.
Ustari no volvió a jugar con los rojinegros, equipo con el que realizó su recuperación y decidió su retiro profesional al terminar contrato y quedarse sin equipo.
“Yo ya había tomado una decisión después de conocer una parte que tiene el futbol que no es muy agradable, decidir dejar de jugar”, confesó el arquero.
Las promesas a su hijo lo tienen de regreso en el arco
Sin embargo, Ustari descartó después el retiro gracias a su pequeño hijo, Máximo Agustín, quien se convirtió en su motivación más grande y a quien lleva escrito en sus guantes, por lo que comenzó a entrenar por su propia cuenta, incluso de noche, apoyado por la luz de sus autos.
“Estuve sin club y de estar acostumbrado a entrenar siempre con compañeros a tener que entrenar con la luz de mis autos, solo”, recordó.
El responsable de que Ustari volviera a jugar a nivel profesional fue la misma persona que lo trajo de regreso a México: Paulo Pezzolano. El estratega lo llevó a Uruguay, donde jugó 19 partidos en 2019 antes de regresar a México con Pachuca.
“Le prometi a mi hijo que iba a entrar a una cancha con él, eso hizo que fuera a Uruguay, con un club súper modesto y tener la suerte con club que nunca había salido campeón. Me toca atajar el penal que le da el título por primera vez en la historia”, indicó en una entrevista con TUDN.
En México jugará su primera final después de dos años con los Tuzos, club con el que tiene contrato hasta diciembre de 2023. Para ese entonces tendrá 37 años y su nuevo sueño es volver a Argentina para retirarse con el equipo de sus amores, y cumplirle así la segunda promesa a su hijo. “Quiero que mi hijo me vea jugar en Independiente. Estoy muy lejos, pero me gustaría que pase”, mencionó.