El 13 de agosto de 2015 quedará para siempre en las páginas doradas de Chivas, pues Omar Bravo se convirtió en el máximo goleador de su historia en solitario, superando a Salvador Reyes.
El delantero mexicano logró lo que se le había negado durante tantos años, y que debió llegar mucho tiempo antes de no ser por que el equipo y el jugador vivieron caminos separados durante mucho tiempo.
El mochiteco logró el gol 123 ante unos Monarcas Morelia que no metieron ni las manos.
Primero llegaría el 122, gol con el que empató a Salvador Reyes, y si bien no fue espectacular, se convirtió en uno de los momentos más importantes en la historia del Omnilife y el futbol mexicano en general.
Después de definir con la pierna derecha un centro al área, Bravo explotó en la emoción a sabiendas de lo conseguido.
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No pasarían ni cinco minutos cuando Bravo logró el segundo gol del partido, el definitivo, el que lo vuelve leyenda viviendo y lo sitúa por encima de Chava Reyes en el olimpo Rojiblanco.
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Bravo gritó los goles con locura, con dedicación a su hijo, al difunto jugador miembro del campeonísimo y a la afición del Rebaño, misma ques abe que estos dos goles también podrían significar la diferencia entre permanecer en el máximo circuito y el descenso.
Con este balón Omar Bravo hizo sus anotaciones
