¡Lo mejor del torneo! Una vez que Novak Djokovic se coronó campeón de Roland Garros 2021, volteó hacia las gradas y le entregó su raqueta a un niño, que mostró su emoción de todas las formas posibles.
El video se viralizó de inmediato, incluso fue publicado el jugador de los Arizona Cardinals J.J Watt. Sin embargo, lo que no sabíamos era que el pequeño se llama Mateo, es mexicano, tiene 11 años de edad y en realidad no es un conocido del tenista serbio.
Esto lo dio a conocer Mario González, corresponsal de CNN. Por su parte, Novak Djokovic explicó que el gesto con la raqueta tiene razón de ser en el apoyo y consejos que Mateo le dio durante toda la Final de Roland Garros, pues tuvo que remontar dos sets para ganar.
“No conozco al chico. Básicamente estuvo en mi oído durante todo el partido, especialmente cuando estaba dos sets abajo. Me estaba animando. En realidad, también me estaba dando consejos.
“Él decía: ‘Mantén tu servicio, obtén una primera bola fácil, luego me dijo que buscara su revés (de Tsitsipas)’. Literalmente me estaba aconsejando. Lo encontré muy lindo, muy amable. Entonces, sentí ganas de darle la raqueta a la mejor persona, que era él después del partido. Fue una especie de agradecimiento porque se quedó conmigo y me apoyó“, explicó el número uno del mundo en conferencia de prensa.
“No sabía que me estaba escuchando”: Mateo
En entrevista con CNN, Mateo reveló que no se considera muy bueno como jugador, pero conoce bien el estilo del serbio. Además, explicó que no se considera coach de Novak Djokovic, sino un motivador.
“Admiro mucho a Djokovic desde que lo conozco, más por su personalidad y por su juego. Se me dio la oportunidad de motivarlo y es un honor. Estuve dándole unos tips porque quería que ganara. No sabía que me estaba escuchando, no hacía ninguna expresión. En mi vida voy a vender la raqueta“, dijo.
Los gestos de Novak Djokovic, más allá de la raqueta
A pesar de que muchos aficionados del tenis lo consideran un jugador antipático y arrogante, Novak Djokovic ha hecho mucho más que entregar una raqueta. Justo en Roland Garros, pero en la edición de 2014, el serbio se robó los reflectores y se ganó los aplausos por otro gran gesto.
Al soltarse la lluvia en Francia, el jugador llamó al chico que sostenía su paraguas y lo invitó a sentarse junto a él. Acto seguido, intercambió su raqueta por la sombrilla, simulando que él era el encargado de cuidarlo.
Por si fuera poco, le invitó una bebida, brindaron y disfrutaron de uno de los momentos más emotivos en la historia del torneo.