No soy fan del futbol, soy fan de lo que provoca

Es tonto pensar que todo el mundo es aficionado al futbol. En realidad, a pesar de ser el deporte más popular del orbe, a muchos no les llama la atención. También estamos aquellos que más que un gusto al balompié en sí, somos admiradores de lo que puede generar en las personas.

Lo que provoca una pelota dentro de un campo con porterías es extraordinario. Esta Euro 2016 ha sido muestra de lo que una buena afición puede llevar a cabo; de las emociones que llegan a ser indescriptibles y que se ven reflejadas en los futbolistas.

No necesitas ser fanático del futbol para entender esto. Finalmente, los sentimientos son universales.

Una de las historias que pasarán a ser inmortales es lo que hizo la selección de Islandia. Siendo honestos, muy pocos esperaban que llegaran tan lejos y ahora, muchos estamos enamorados. No sólo fue importante que alcanzaran un punto avanzado de la competencia, sino también la forma en la que lo hicieron. Cómo ser indiferente ante un grupo de personas que demuestran una vez más que el esfuerzo es una herramienta universal para el éxito; que no importan 70 años de fracasos cuando la mentalidad es tan fuerte que jamás será quebrada.

Así se despide Islandia de la Euro 2016.
Francia los derrotó 5-2, pero aún así, los Vikingos se encargaron de enamorar al mundo con su entrega, alegría y corazón!

Posted by Sopitas Deportes on domingo, 3 de julio de 2016

También está la tristeza, esa que pega en el orgullo y provoca las lágrimas en adultos y profesionales que lo han ganado prácticamente todo. Andrea Barzagli simplemente se quebró. El padre tiempo no perdona por lo que a sus 35 años le ha quitado la oportunidad de vestir una vez más la playera de Italia. Cómo ignorar el llanto de alguien que está demostrando que la derrota jamás dejará de doler; que sabe que el final está a unos pasos y aceptarlo no es tan fácil como lo pintan.

La alegría es el sentimiento más buscado y a la vez, el más complicado de describir. Una sonrisa es la marca que deja esta emoción y los irlandeses provocaron más de una. Esa afición que desechó el estereotipo de ser agresivos con buenos actos y gran comportamiento.