Como boxeador profesional, al subir al ring sabes que tu vida está en riesgo frente a tu rival, situación que vivió Nick Blackwell al exponer su título de peso medio frente a Chris Eubank Jr., quien al final de la contienda le arrebató el cetro.
Aunque la peor parte no fue haberse quedado con las manos vacías, sino que los golpes de Eubank fueron tantos, que el pómulo de su ojo izquierdo se inflamó en demasía, por lo que la pelea fue detenida en el décimo asalto, de los 12 que se tenían pactados.
La situación se complicó, los primeros reportes médicos aseguraron que el británico sufrió una hemorragia cerebral, cosa que minutos más tarde confirmó la BBC. Aunque no todo quedó ahí, ya que tuvieron que inducirlo al coma horas más tarde.
Al momento de caer a la lona, los doctores del Wembley Arena lo asistieron, a tal grado que colocaron sobre su rostro una mascarilla de oxígeno para tratar de reanimarlo antes de salir rumbo al hospital.
Le pegué con algunos golpes importantes, tal vez el árbitro debió haber parado la pelea antes. Es triste que tenga que salir en camilla. Todo lo que quería era arrebatarle su cinturón y lo he hecho.
Al parecer la situación se le salió de las manos al tercero en el encordado, ya que lo que se puede leer en las declaraciones, Blackwell sufrió una fuerte golpiza de parte de su rival, con el consentimiento del referí.