Parece que la NFL “obligará” a sus jugadores a levantarse en el himno

El tema entre la NFL, el himno y Donald Trump ha tomado giro tras giro tras giro. El presidente de los Estados Unidos está más preocupado por qué hacen los jugadores mientras su país sufre cientos de problemas sociales.

Sin embargo, parece que Trump se va a salir con la suya. El también empresario presionó de gran manera a través de Twitter para que los atletas se levantaran ante su cántico nacional y ante la bandera de las barras y las estrellas.

Para él, eso era una falta de respeto y más viniendo de personas que ganan millones de dólares. Todo esto a pesar de que existe la Primera Enmienda, que en pocas palabras defiende la libre expresión.

Entonces, estuvo publicando sin cesar hasta que lo consiguió. La liga está teniendo reuniones para ver qué pueden hacer sobre el tema.

¿Cómo lo logró Trump?

Lo dijo Shannon Sharpe y tenía razón: los dueños se manifestaron porque les pegaron en el bolsillo. El presidente convocó a un boicot y mucha gente dejó de ver e ir a los partidos. Por supuesto, esto tuvo respuesta y los ratings de la NFL bajaron drásticamente (además de que los aficionados ya están viendo más NCAA)

Más tarde, Trump amenazó por su red social favorita con algo que les volvería a golpear la chequera: los impuestos. El mandamás norteamericano mandó un mensajito amagando con cobrarles más contribuciones.

Con esos dos golpes precisos, los dueños no tuvieron de otra más que tomar medidas. El primero que lo hizo fue nada más y nada menos que Jerry Jones. El dueño de los Dallas Cowboys ha tenido reuniones con los jugadores y verán “cómo resolver el asunto”.

Además, se reportó que Jones mandará a la banca a quienes “falten al respeto” a la bandera o al himno nacional. Claro, ya veremos si se atreve a sentar a jugadores como Dez Bryant, Ezekiel Elliott o Dak Prescott.

Así, la NFL y Trump siguen en guerra. No hay duda que parece que el presidente no los perdona por esa demanda que ganó y su fallida entrada al futbol americano con la USFL. Los jugadores están molestos, las personas no van al estadio y la situación política y social es apremiante.