Por más que quiera Neymar no puede olvidar su pasado en Santos y es que ahora el futbolista tendrá que pagar al fisco una cantidad que ya había sido devuelta por la empresa en la que también es socio su padre.
Entre 2007 y 2008 se evadieron impuestos del delantero, por lo cual hay una multa de 100 millones de euros, los cuales habían sido pagados, pero meses después se devolvieron porque la familia creía que no había razón de pagarlos.
Todo esto se dio gracias a la empresa que se abrió para gestionar los derechos de imagen de Ney y por la cual se pagaba una gran parte de su sueldo en Santos.
La justicia lo acusa porque en ese tiempo recibió más dinero por el uso de su imagen, que por lo que obtuvo de su salario, situación que niegan los Neymar y por la que han llevado este juicio hasta las últimas.
Las deudas y los problemas con el fichaje del brasileño parecen nunca detenerse.