¿Recuerdas a Murtaza Ahmadi, aquel niño que le dio la vuelta al mundo por lucir una bolsa de plástico azul y blanca con el 10 y el nombre de “Messi” como si fuera playera de Argentina? El pequeño mantiene su devoción por el futbolista argentino, pese a que después de conocerlo, su vida ha sido sumamente complicada.
Murtaza, se dio a conocer en 2016 y después de algunos meses pudo conocer al pequeño en un partido de exhibición del Barcelona en Qatar. La familia del pequeño viajó de Afganistán a Doha y Murtaza acompañó a Leo durante el protocolo previo al partido y el niño no se le despegó ni un solo segundo.
Messi trató de explicarle que era momento de volver con su papá, quien lo esperaba en la línea de banda, pero Murtaza no entendía el idioma de Messi, por lo que el silbante tuvo que llevar al pequeño fuera de la cancha.
El inicio de una pesadilla
En Afganistán la economía es compleja, por lo que muchas familias dependen de donaciones y previo a conocer a Messi, la familia de Murtaza recibió un paquete, en el cual esperaban encontrar un apoyo económico, sin embargo, sólo había un balón y un par de jerseys, del Barcelona y Argentina, para Murtaza.
Tampoco hubo ayuda cuando viajaron a Qatar, sin embargo los talibanes dieron por hecho que habían recibido ayuda, por lo que comenzó una persecución contra la familia, así como amenazas de muerte y de secuestro, por lo que Murtaza dejó de ir a la escuela y dejó de salir a la calle a jugar.
“No tengo amigos”, comparte el pequeño en un video publicado por B/R Football. Esto se combinó con el conflicto bélico entre extremistas suníes y talibanes de Daesh, por lo que no sólo la familia de Murtaza, sino muchas otras, huyeron del lugar. La familia del pequeño se mudó a Kabul, la capital de Afganistán.
Esperaban la caridad de Cristiano en Messi
Arif Ahmadi, el padre de Murtaza, compartió que en un principio estaba feliz por la idolatría de su hijo hacia Messi y el hecho de haberlo conocido, pero tras las persecuciones cambió su modo de pensar. Él esperaba que Messi ayudara a su familia para tener una mejor calidad de vida, pero al no encontrar apoyo, expresó que hubiera preferido que su hijo admirara a Cristiano Ronaldo.
El portugués se ha caracterizado por involucrarse en acciones sociales, especialmente con niños, y aunque Messi también lo ha hecho, el lusitano ha ganado más notoriedad en ese aspecto. “Pensamos ir a Doha para conocer a Messi y que tal vez fuera como Ronaldo”.
Messi no le cambió la vida a la familia de Murtaza, de alguna manera incluso la complicó. El pequeño bien podría cambiar de opinión sobre la percepción que tiene del argentino, sin embargo, a sus nueve años, a pesar de todos los pesares, mantiene su devoción por Messi y por el futbol.
