Lo que necesitas saber:
El Pachuca y el León no son los únicos equipos que participan en torneos de la FIFA e incurren en multipropiedad.
Finalmente ocurrió. Luego de semanas de incertidumbre, la FIFA decidió dejar fuera al León del Mundial de Clubes por incumplimiento de multipropiedad de Grupo Pachuca. De nada sirvió que representantes del León y Pachuca tuvieran reuniones con el máximo organismo del futbol mundial para demostrar que, a pesar de compartir algunos accionistas, operan de manera independiente.
Desde hace varias décadas en el futbol mundial -y ni qué decir del futbol mexicano- se venía hablando de la multipropiedad y de los riesgos que conlleva en una competencia deportiva, sin embargo, la FIFA parecía no prestarle demasiada importancia hasta hoy, que finalmente dio un golpe de autoridad en la mesa, sentando un precedente que deja muchas preguntas abiertas.
Las interrogantes que estamos por plantear, lejos de apoyar a la multipropiedad (que, por ética y justicia deportiva, no debería existir), buscan ver qué rumbo tomará la FIFA de ahora en adelante, pues el futbol moderno cada vez cuenta con más recursos provenientes de grandes inversores y grupos multinacionales que invierten en varios clubes.
La multipropiedad de Grupo Pachuca
Analicemos primero lo que ocurre con León y Pachuca. Ambos equipos son propiedad de Grupo Pachuca, del empresario Jesús Martínez Patiño. Durante años estos equipos participaron de forma simultánea en la Liga MX; algo que muchas veces se ha cuestionado pero que realmente no sorprendió a nadie pues a lo largo de la historia del futbol mexicano se ha dado en diversas ocasiones.
Deportivamente ambos ganaron su lugar en el Mundial de Clubes 2025 por ganar la Concachampions; León en 2023 y Pachuca en 2024. Pero a finales del año pasado se hizo oficial el reglamento completo del torneo, y ahí venía la regla contra la multipropiedad.

Desde entonces, la postura de Grupo Pachuca era que no deberían quitarle el lugar a uno de sus equipos, porque cuando ganaron la Concachampions, esa regla no había sido dada a conocer. Como ya vimos, al final la FIFA optó por dejar fuera a la Fiera, y aunque su directiva afirmó en un comunicado que apelará la decisión, se ve casi imposible que logre revertir este veredicto.
El caso del Al Ain y el Manchester City
León y Pachuca no son los únicos equipos que participan en el Mundial de Clubes 2025 que podrían ser señalados. Hay un caso muy particular entre dos equipos que incluso forman parte del Grupo G de la competencia y se enfrentarían el próximo 22 de junio: El Al Ain Football Club de Emiratos Árabes y el Manchester City, de la Premier League Inglesa.
El Manchester City es propiedad del City Football Group Limited, una sociedad de cartera que administra a diversos clubes de fútbol. A su vez, el fundador y propietario de este conglomerado es Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahayan.
Por su parte, el Al Ain FC, tiene desde 1979 como su dueño y presidente a Mohammed bin Zayed. Aquí lo peculiar es que tanto él, como Mansour bin Zayed, son hijos de Zayed bin Sultan Al Nahayan, miembro de la realeza emiratí, y ni más ni menos que el mismísimo fundador de los Emiratos Árabes Unidos.

Si bien, en el estricto sentido de la palabra estos dos equipos no caen en la multipropiedad, el que estos dos hermanos, miembros de la élite gobernante de Abu Dabi, que ocupan altos puestos directivos en estas instituciones que serán rivales en el próximo Mundial de Clubes también debería ser vigilado a fondo por la FIFA.
Si se quiere justicia deportiva, además de la multipropiedad, la FIFA debería poner atención a este tipo de casos que cada vez son más frecuentes en el futbol mundial.
Los equipos de Red Bull
Veamos otros dos ejemplos de equipos relacionados a la multipropiedad, que tras la sanción de la FIFA al León también podrían (o deberían) verse afectados.
Primero tenemos a los equipos adquiridos por la marca Red Bull, que junto con el City Football Group, mencionado unos párrafos atrás, fueron los pioneros en compartir recursos y aumentar su influencia en el futbol por medio de la multipropiedad.
Red Bull comenzó patrocinando deportes extremos y después se extendió a la Fórmula 1. Tras el éxito conseguido con este movimiento la marca decidió dar el salto hacia el futbol, comprando a diversos equipos de futbol como el Red Bull Salzburgo (Austria), el RB Leipzig (Alemania), el New York Red Bulls (Estados Unidos), el Red Bull Bragantino (Brasil), el RB Omiya Ardija (Japón) y recientemente el Leeds United (Inglaterra), donde el club participa con un porcentaje de acciones minoritario.

Tras la adquisición de Red Bull la mayoría de estos equipos se han vuelto protagonistas en sus respectivas ligas, entre otras cosas gracias a la proyección e inyección de capital que han obtenido de parte de la marca.
Las redes de la multipropiedad siguen creciendo
El Newcastle es otro equipo que se ha visto beneficiado por la inversión extranjera, principalmente del medio oriente, y que podría seguir creciendo gracias a la multipropiedad. En 2021 fue adquirido en un 80% por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí (PIF), que hace unos días fue noticia al patrocinar de forma integra el fondo de maternidad para las tenistas de la WTA.
Además del Newcastle, el PIF ha sostenido pláticas para adquirir al AC Milán, o una parte importante de la cartera del conglomerado 777 Partners, una empresa de inversión privada estadounidense, que ha comprado a clubes como el Genoa (Italia), el Standard Liège (Bélgica), el Red Star FC (Francia), el CR Vasco da Gama (Brasil) y el Hertha BSC (Alemania).
Y eso no es todo, además del City Football Group, de Red Bull y de 777 Partners, otros conglomerados de multipropiedad en el futbol es Pacific Media Club, y los inversores estadounidenses David Scott Blitzer y John Textor.
¿Y ahora qué sigue?
Tras la sanción de la FIFA al Grupo Pachuca, vale la pena preguntar por qué cuando los equipos de un mismo dueño han coincidido en un mismo torneo (por ejemplo, en una competencia de la UEFA), no hubo ningún tipo de sanción. Lo esperable y correcto sería que, a partir de ahora, la FIFA ahora sí aplique sus reglamentos de competencia a rajatabla sin pretexto ni distinciones (sí, lo sabemos: estamos pecando de ingenuos).

No hacerlo provocaría confusión y sospechas que no abonan en nada a los ideales de justicia y paridad deportiva.
Otra opción es que la FIFA reforme sus reglamentos acorde a la época en la que estamos viviendo, donde la multipropiedad parece una figura que llegó para quedarse.
Y tú, ¿qué opinas de la multipropiedad?