Es muy probable que los chicos de ahora no lo conozcan del todo bien. Claro, su mejor época fue en los setentas. Pero este futbol que les gusta a los niños más pequeños, ofensivo y con muchos goles no existía.
Johan Cruyff, junto a la Selección de Holanda de 1974, comenzaron esta tendencia. El llamado “Futbol Total”, un sistema en el que el futbolista es prácticamente libre de moverse por todo el campo, siempre y cuando un compañero sustituya su posición, conservando una estructura que da fluidez al balón y a la presión contra el rival. La primicia es: cualquiera puede ser defensa, medio o delantero.
Este sistema se quedó a nada de consagrarse, perdiendo la final del Mundial ante Alemania Occidental. Sin embargo, no necesitó levantar la copa para marcar huella, su trabajo ya estaba hecho. La historia siempre recordará a esos 11 señores que se atrevieron a cambiar, a revolucionar.
Después de su retiro, la inteligencia de Johan exigía a gritos seguir en el futbol. Entró al Ajax con Leo Beenhakker y se notó a leguas su talento para dirigir. Como era lógico, atrajo esa forma de jugar que conocía de maravilla y unos años después sería mandamás en el club culé.
En el Barcelona le costó trabajo, pero dicen que lo bueno jamás viene de manera sencilla. Lograría un equipo a su manera, con futbolistas como Michael Laudrup y Ronald Koeman. Así, llegaría la consagración de esa forma de jugar, la confirmación del Futbol Total.
En la actualidad todo el mundo se sorprende por el juego del Barcelona. La realidad, Pep Guardiola retomó el sistema de Johan y lo hizo suyo. Después, Luis Enrique mejoró pero no arregló algo que no estaba roto. Así que lo hecho por el holandés continua a pesar de los años.
Cruyff revolucionó este deporte, por eso hay que darle las gracias y despedirlo como lo que es, una leyenda.
“Juega como si nunca pudieses cometer un error, pero no te sorprendas cuando lo hagas”
