Durante el último fin de semana de agosto, la mexicana Jeanette Zacarías Zapata fue derrotada en cuatro asaltos en Montreal, Canadá, por Marie Pier Houle, quien castigó contra las cuerdas a su oponente, quien una semana después falleció tras permanecer desde ese momento en estado de coma.
Jeanette tenía 18 años de edad y se presentó a su sexta pelea como profesional, después de ser noqueada en el mes de mayo y ante la canadiense no pudo defenderse del castigo. Marie festejó el triunfo, aunque sus júbilo terminó en cuestión de segundos.
Tras la intervención del referee, la mexicana cayó a la lona y sufrió convulsiones, por lo que recibió atención médica y después fue trasladada a un hospital, donde fue inducida a coma, con la intención de que su cuerpo se recuperara.
Jeanette Zacarías Zapata falleció lejos de sus padres
En Canadá estuvo acompañada por su entrenador y pareja. Sus padres la esperaban de regreso en México, pero ante la gravedad de la situación aceleraron los trámites para viajar a Canadá.
El Consejo Mundial de Boxeo, a través de Mauricio Sulaimán (presidente), ofreció ayuda a los familiares para acelerar la renovación del pasaporte ante la Secretaría de Relaciones Exteriores y de acuerdo con Infobae, a las 13:00 horas del 2 septiembre el padre de Jeanette, Esteban, ya tenía resuelto los trámites.
Sin embargo, horas después se reportó el fallecimiento de la atleta de 18 años de edad, de quien se espera la repatriación de su cuerpo en los próximos días. Zacarías dejó un registro de seis peleas, dos ganadas y cuatro perdidas, y era conocida en su entorno como ‘La Chiquitaboom’. Aquel combate contra Marie Pier Houle era el primero fuera de México.
Su rival se siente culpable
Marie Pier Houle, manifestó días atrás que había recibido mensajes “de odio” tras el castigo a la mexicana. Recordó que el protector bucal de la mexicana salió volando tras uno de sus golpes. “No quería seguir golpéandola”. Cuando el referee detuvo la pelea, la canadiense festejó, ya que pensó que su rival estaba relativamente bien.
“Ella todavía estaba despierta. No era mi intención parecer arrogante en mis celebraciones. Cuando volví a mi zona, mi entrenador me dijo que las cosas no iban bien. No pensé que fuera tan malo. Sin embargo, cuando vi que estaba con oxígeno, pensé que era grave. Fue una bofetada en la cara”, mencionó, de acuerdo con boxdecolombia.
Este episodio ya le había provocado un estrés mental, de modo que antes de conocer el fallecimiento de Zacarías había adelabtado que se alejaría del boxeo por un tiempo.
“Me siento culpable, aunque sé que es parte de los riesgos de nuestra profesión. Todos me dijeron que no me sintiera culpable y que mi pelea fue limpia… Solo pienso en ella y en su familia que está en México y no pueden estar junto a su cama”, declaró.