Por Daniel Montes de Oca | @montesdeoca11

México enfrentó a un equipo que en 94 minutos no tuvo intención de jugar, sencillamente porque Jamaica no cuenta con los argumentos para hacerlo…

Aún así, el Tricolor fue incapaz de marcar un gol, sin que esto sea lo más grave, pues su desempeño sencillamente rozó el ridículo.

El laboratorio de experimentos de Juan Carlos Osorio no tiene fin, y pese a que en cada encuentro (de la Selección A, B o Z) queda de manifiesto que la falta de una alineación base impide una idea colectiva, y desde luego que exista un estilo, el colombiano insiste en colocar a futbolistas en posiciones que no dominan.

De nuevo como sucedió ante El Salvador, Elías Hernández por izquierda y Jesús Gallardo por derecha. Ambos exhibidos por jugar a perfil cambiado y totalmente desaprovechados, pues pese a que en los últimos 30 minutos México jugó con dos centros delanteros (Cubo Torres y Barragán), no hubo quién les colocara un buen centro.

En días reciente algunos ‘defensores’ de Osorio han cuestionado las críticas hacia el entrenador bajo el argumento de que “él sabe más porque ha dedicado su vida a prepararse en el futbol”… Lo cierto es que nadie que se precie de intentar fundamentar un análisis puede cuestionar los conocimientos del colombiano, pero sí su necedad al inventarle posiciones a los futbolistas. Tampoco se necesita ser genio para notarlo ni es obligatoria la carrera de dirección técnica ni una licencia tipo A de la UEFA.

En una Selección Nacional el entrenador tiene la posibilidad de escoger a los mejores futbolistas de un país en cada posición. Pues bien, Osorio convoca a los que considera son los más destacados para colocarlos en los partidos en posiciones que no dominan, y que en algunos casos nunca han jugado ahí. Absurdo total.

Otro ejemplo: Se ha cuestionado a Rodolfo Pizarro, quien ha tenido dos partidos muy discretos en la Copa Oro y no ha demostrado el desequilibrio que tiene con Chivas y que antes se cansó de exhibir en Pachuca. Encontrar el motivo de esto tampoco requiere de ser un científico del balompié… Ante El Salvador y Jamaica, Pizarro no ha jugado en la posición donde mejor lo hizo en el Guadalajara Campeón: recargado a una banda.

Jamaica es una selección repleta de atletas, grandes velocistas de físicos descomunales, pero sin recursos futbolísticos. Basta resumir que no tiraron a gol en todo el partido. Simple.

Cierto que es la Selección alternativa de México o B como a muchos les gusta llamarla; sin embargo, ahí están los Orbelín Pineda (que fue el que más intentó), los Elías Hernández (solo con destellos y padeciendo jugar a perfil cambiado), los Pizarro, los Torres (un remate al poste y pasó inadvertido), los Molina, Dueñas, etcétera. Son los mejores mexicanos que juegan en la Liga MX, tampoco hay más. Y esta copa de chocolate la gana hasta un equipo del Ascenso.

¿Responsabilidad de los futbolistas? Desde luego, porque ninguno de los mencionados ni algún otro tuvo la virtud de la rebeldía, de salirse de la medianía que representó un partido infumable, todo quedó en intentos infructuosos, esfuerzos individuales y nada más. Ojo, ante un rival inexistente con y sin el debido respeto que merece Jamaica a nivel futbolístico.

El otro gran responsable es Osorio, y no, no es el nuevo ‘deporte nacional’ tratar de ‘matar’ a críticas al colombiano, al menos no desde este preciado espacio, pero su necedad raya en la locura, en lo absurdo.

¿Para qué lleva a Luis Rodríguez, apodado ‘Chaka’, un especialista en la lateral derecha que cerró el torneo pasado en gran forma con los Tigres, si en esa posición va a colocar a Edson Álvarez, quien domina la contención y la defensa central?

¿Por qué se empecina con Gallardo como lateral izquierdo, volante por derecha y titular indiscutible, pese a que el futbolista de los Pumas ha demostrado una y otra vez en Selección que no está listo para conformar un equipo B, C ni X?

Si México hubiese llegado cinco, seis, siete veces ante Jamaica sin concretar un gol el discurso habría sido el de otras veces: “solo faltó meterla”… Lo grave es que en esta ocasión ni siquiera se generaron tales llegadas. Un par en el primer tiempo: cabezazo del Cubo al poste y otro remate de Molina que un defensor sacó de la línea de gol. Nada más, ante Jamaica, sí, Jamaica.

Y se equivoca quien afirma con gran dosis de irresponsabilidad que ésta es la realidad del Tricolor B; mentira, al segundo rival del conjunto azteca en la Copa Oro le gana Lobos BUAP, así de simple. El nivel de nuestro futbol no es tan pobre como el que demostró la Selección frente a los jamaicanos, ni mucho menos el poderoso que suponen algunos.

Dicen que en Concacaf México es rey… Bueno, ahora ni eso, pero sigue Curazao y ya se cruzan apuestas sobre cuántos goles meterá el Tri… A ver si en el laboratorio de inventos no se presenta otra sorpresa.

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